➢𝓜𝔂 𝓕𝓲𝓻𝓽𝓱 𝓻𝓮𝓪𝓵 𝓵𝓸𝓿𝓮 ღ

Capítulo 4.

No era lo que yo pensaba en realidad.

Creí que al bajar vería a Jennie drogandose, y a muchas personas bailando.

En realidad estoy muy sorprendido.

Les cuento, cuando me acorde de la “junta” que Jennie queria hacer le dije a jimin -seguido le corte- y baje desesperado porque mi querida hermanita podría estar haciendo estupideces.

Pero al bajar ví a Jennie sentada en el sillón comiendo helado mientras veía televisión.

Y junto a ella estaba la señora Jung.

-h-hola señora Jung— salude, baje mi mirada y empeze a jugar con mis dedos.

-hola, cariño, ¿tienes hambre?—pregunto y me dio una sonrisa enorme.

Tenía una sonrisa muy linda.

-no, gracias— le devolví la sonrisa —yo... ¿Que hora es?— pregunte.

-van a ser las cinco ¿porque?— dijo ladeando su cabeza.

¿Como podía ser tan distraído?, primero tenía mi teléfono en la mano, ¿no podía ver yo la hora?, segundo ¿porque pensé que Jennie estaría haciendo tales cosas?, tercero ¿porque Jennie no estaba haciendo tales cosas?, cuarto ¿lo hará más tarde?, digo ella ya invitó a Lisa, y creo que a Sehun con chanyeol también, ¿cancelaria planes?, y lo más raro ¿cancelo esos planes para ver películas con la señora Jung?.

- esque pensé que era más tarde— le sonreí con timidez.

¡Acaso no tengo noción del tiempo!, en mi defensa la Sala de cine es oscura, muy oscura, y yo estaba en posición fetal al lado de una de las sillas de aquella Sala.

No puedo creer que haya pensado que eran las diez o doce de la noche.

- hoy el día ha estado algo aburrido para todos— dijo levantándose del sofa para acercarse a mi; una vez que estuvo cerca hizo una seña para que me acercara a ella, y así decirme algo al oído —Jennie no ha tenido un buen día al parecer. Yo llegue una hora tarde hoy porque tuve que ir a dejar a mi hijo a su taller de baile, y cuando venía para acá ella me dijo que le trajera dos botes grandes de helado. Intente conversar con ella pero no quizo decir nada— cuando término de decir se alejo y miro a Jennie.

Me acerque a mi hermana, y la abraze por detrás, ella inmediatamente aferrándose a mi abrazo. Me sorprendió que se haya largado a llorar.

-hey, hey, tranquila... ¿Que pasa, cielo?— le dije muy bajito, solo para que ella escuchará; solté el abrazo para sentarme al lado de ella y mirarla a los ojos -cosa que fue difícil porque ella miraba fijamente la televisión mientras unas lágrimas salian-.

-soy una tonta— dijo. Sin quitar la vista del televisor, y cuando yo iba a negar con respecto a lo que dijo, continuo: — da igual lo que haga, decepciono a todos los que me rodean, mis notas no son lo que mis padres esperan, no soy la hermana que mereces, no aporto nada aquí en casa, mis amigos cada vez están más distantes, y creo que eso se debe a mi constante cambio de actitud, y por otro lado la persona de la cual llevo enamorada seis años jamás, jamás, va a quererme como yo a ella, sin contar que mis padres no van a sentirse orgullosos de que su hija sea bisexual— terminó de decir.

Y por primera vez en mi vida senti eso que llaman “nudo en la garganta”.

¿Que le decía?, nunca he estado en algo parecido, nunca.

Tendría que decirle lo que realmente creo, ¿o no?, lo que pienso que ella es, ¿ayudaria en algo? ¿Y si la cago más?.

Es todo o nada.

-Jennie— dije intentando que me mirara, cosa que no pasó —mirame— ordene, de una manera sutil y suave —porfavor— y porfin me miro, senti que mi corazón caía a mi estómago cuando ví sus ojitos inchados y rojos, sus labios de la misma forma, sus mejillas rojas y empapadas, y su rostro mostrando pura tristeza. —y-yo....— respire profundo, no podía mostrarme débil, debo hacerla sentir mejor, no puedo ponerme igual que ella —cielo, para partir tu no eres una mala hermana, de hecho eres todo lo que yo necesito en mi vida, eres mi princesa ¿entiendes? Yo te amo por sobre todo, nadie, absolutamente nadie es más importante que tú para mí— Le sonreí sacando sus nuevas lágrimas de su mejilla derecha —mis padres saben que yo soy bisexual— su expresión cambio de tristeza a una de asombro —ellos me apoyan en todo, tu no eres la excepción, ellos te apoyaran, al igual que a mi, debes conversarlo con ellos— coloque un mechón de su cabello castaño detrás su oreja —con respecto a tus “amigos”— hice comillas con los dedos — ellos realmente son unos idiotas, Lisa y Chan son tus únicos amigos en realidad, el resto son... Pura mierda, debes aprender a elegir tus amistades, corazón. Y por último lo de aportar en casa, ¿tu ves que yo hago algo?, soy solo un vago, y esque tampoco tenemos nada que hacer -ya que tenemos personas que se encargan del aseo en casa-, no te sientas mal. Aparte, eres nuestra bebé, ¿que haríamos sin ti?, yo moriría si no te tuviera, no sabes todo lo que rogue para que tu llegarás a mi vida— le bese la frente, ella sonrió, aliviando mi corazón momentáneamente roto — te amo, princesa. No pienses cosas que no son, y si las piensas, ve a hablarme, siempre estare para ti—.

—y-yo.....—dijo limpiando sus lágrimas; respiro profundo y acomodo su posición (ya que era una realmente incomoda) en el sofá — no se que hacer, tengo un desastre en la cabeza.... En mi corazón. Soy un desastre. — suspiro — últimamente el motivo de mi sufrimiente ha sido mi corazón, es -creo- el más doloroso, jamás he sentido tanto dolor emocional, y no se que hacer, no se que piensa ella al respecto, no se como va a reaccionar— se empezó a hiperventilarse —¡y se me rechaza!, o peor, ¡y si me dice que siente lo mismo!—.

—¿que tendría eso de malo?— pregunte.

—¡todo!— grito levantandose del sofá; puso sus dos manos alrededor de su cabeza, presionando los puñados de cabello que tomó en el proceso.

—¿¡que es todo!?—.

—¡muchas cosas!—.

—¡muchas cosas, como qué! ¡Explicate!—.

—¡no soy lo que ella merece!— dijo; se sentó nuevamente suspirando y agachando la cabeza  —yo la amo, y quiero verla feliz, da igual con quien sea, solo quiero que su hermosa sonrisa siga donde debe, yo lamentablemente no soy quien puede hacerla feliz, y no quiero ser egoísta. No quiero -en el caso de que sea correspondida- que ella sufra, que por mi culpa ella no sea feliz. Eso me destruiría. No se si decirle, o callarme para no hacer daño ¿entiendes?—.

—¿daño de que?, no seas boba ¿si?, tu eres un sol de persona, y si no sale todo como quieres es porque simplemente no funcionan juntas de esa manera— dije.

Ambos nos quedamos en un silencio algo incómodo.

Yo debía romper ese silencio, me tenía nervioso.

—¿que harás? —.....