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Un vaso de agua en mi mano y un manojo de sentimientos dentro de mi que quieren ser liberados pero que aun asi eh contenido por ya demasiado tiempo, icluso estoy comenzando a creer que ya no tengo oportunidad alguna de que SoonYoung recuerde lo que habia entre nosotros, ¿deberia rendirme?... ¿o seguir intentando?... ya no se que hacer, se que dije que no me iva a rendir, pero es demasiado difícil soportar tantas puñaladas, hace unos dias durante una charla casual de alguna manera acabamos besándonos, pero el no reaccionó como lo hubiera esperado, no se acerco a mi por varios dias y me evito, evadia las conversaciones y huía cuando se presentaba la oportunidad de que nos quedaramos a solas. De verdad ahora siento una inmensa confusión y a la vez un terrible miedo a perderlo para siempre.
Me levanto de mi lugar y decidido camino en dirección a su oficina, ingreso sin tocar la puerta, sus ojos me observan fijamente y susurra -¿q-que desea señor Lee?

-¿por que lo haces?

-¿eh?¿de que habla?

-¿por que me estas ignorando?

-¿yo?

-¿acaso ve a alguien mas Kwon?

-emhh... no señor

-¿entonces que?

-lo siento... yo solo ... sentí que... luego de lo que paso... senti que le incomodaba señor Lee... lo siento... mhh

-no me incomodas... de hecho pense que yo te estaba incomodando a tí

-¡no!... perdón... claro que no señor Lee

-entonces ¿podemos fingir que eso... no ocurrio?

-me parece que es lo mejor

-¿secreto?

-Sera un secreto- Sonrie y yo igual, almenos me alivia saber que no estube incomodando a Soonyoung, el ¿creyo que me incomodaba?... sigue siendo el mismo SoonYoung de siempre, incapaz de pensar en el mismo y que piensa siempre en los demás, una de las cualidades por la que me enamoré de él.

Voy a mi oficina y comienzo a trabajar, creo que lo único que queria hacer hoy era poder estar en paz luego de lo que paso con Soon. al ver el reloj me di cuenta de lo tarde que es, el dia ya casi acaba, afuera hace frio, es temporada de invierno y la nieve ya cubre la ciudad, esta época me gusta mucho, pero me gustaria aun más si pudiera pasarla junto a SoonYoung como... antes.
Bajo las escaleras lentamente, ya todos estan ordenando sus cosas para irse y yo tambien debo hacerlo, mi oficina ya esta cerrada y soy el ultimo en salir del edificio para asegurarlo y marcharme de allí.
Afuera veo a SoonYoung, el voltea, me mira y sonrie con ternura, es lo mas tierno del mundo -¡Hasta mañana!- le digo y el contesta -¡asi sera Señor Lee!- y suelta una risita, ambos subimos a nuestros respectivos automoviles y mi pie sobre el acelerador da comienzo al viaje de todos los dias de vuelta a casa, mi casa, la casa que de no ser por las malditas decisiones del destino en estos momentos estaria disfrutando con SoonYoung.

La nostalgia de llegar a casa y verla tan enorme pero tan vacia me lastima como mil puñaladas en el pecho, más aun cuando comienzo a imaginar las cosas que podrian haber pasado, como sería si esa tragedia nunca hubiese ocurrido, como sería todo, lo diferente que sería... es lo más doloroso.
Me doy un baño y no pude evitar que algunas diminutas lagrimas bajaran por mis mejillas deslizandose suavemente y cayendo con el agua hasta perderse en esta, ya no se cuanto tiempo mas podre resistir tenerlo tan cerca y no decirle lo mucho que necesito que este conmigo.
Salgo de la ducha y pongo sobre mi cuerpo una pillama y una bata, salgo de mi cuarto y bajo las escaleras, me detiene una de las cocineras -¿quiere algo de Cenar Señor Seokmin?

-no, no te preocupes, puedes irte a casa si quieres

- esta bien señor- se retira, voy a la cocina y lleno una copa de cristal con un poco de vino, no me gusta beber, pero cuando siento demasiada nostalgia... como ahora, no se me ocurre algo mejor que hacer, bebo un poco y me quedo junto al Ventanal de la sala de estar viendo como los autos iluminan la carretera nevada, mi jardín se ve de color blanco, las pocas plantas y arbustos que sobrevivían en el fueron cubiertos por la nieve. La copa ya esta vacia y la dejo a orillas de una pequeña mesa sobre la cual hay un joyero que lleva mucho tiempo allí, lo abro con cuidado y la nostalgia vuelve a llenarme cuando veo posados sobre delicado terciopelo rojo los dos anillos que ocupaban lugar en mi dedo y en el de SoonYoung... maldición, me duele tanto, ya no quiero seguir pensando en eso... pero es imposible.

AMNESIA [seoksoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora