Eres mi pecado (COMPLETA)

Ir.

Hoy máx me llevara a su casa formalmente. "FORMALMENTE" wow ahora que analizó la palabra es demasiado forma. Y si no funciona? ,listo ya me estoy muriendo de los nervios. Y si le digo a máx que no ire? Noo vicky!!! Dios tengo que cofre aire...

Me puse un vestido corto color blanco, una tela ligera y fresca, holgado, y un escote redondo crochet, unas zapatillas color oro un poco altas, me maquille algo sencillo y me hize una trenza en el pelo hacia un lado.vaya me ha crecido mucho el pelo, ya lo llevaba a más abajo de la cintura. Me mire al espejo y suspire... hace mucho no me veía así. Muchísimo. Baje los escalones de la casa de papa, mi papa, julisa y William estaban sentados en el sofá charlando, pero luego pusieron sus ojos en mi.

- wow.-soltó William.

- victoria estas... hermosa.-dijo papa levantándose del sofá.

- gracias.-dije sonriendo como tonta.

Julisa sonrió al verme sonrojar. Y en ese momento escuché el timbre me sobresalte y volvieron mis nervios. Fui a la puerta y allí estaba mi novio, tan guapo y dulce como siempre. Llevaba una camisa blanca de vestir y unos pantalones negros al compás, su pelo castaño claro estaba peinado hacia atrás y llevaba en sus manos unas rosas rojas hermosas, sonreí al verlo y y el me devolvió la sonrisa.

- para ti.-dijo el acercándose a mi para darmelas.

- gracias.-dije sonriendo. El se acercó más a mi y poso sus labios en los míos y nos fundimos en un beso dulce y lento. Mi papa interrumpió nuestro maravilloso afecto.

- A si que usted es el novio?.-dijo el tratando de intimidarlo.

- si, señor, mucho gusto, máx, máx Daniels. -dijo el algo nervioso. Era tan hermoso cuando se sentía nervioso.

- más vale que cuide a mi hija.-dijo papa avergonzandome.

Máx asintió y yo le agarre de la mano y tire de el para irnos. Estoy segura que debió agradecer que me hice eso sacándolo del apuro.

- estas hermosa princesa. -dijo el tomándome de la mano al llegar a su casa.

-  solo para ti.-dije sonriendo.

Entramos a su casa, suspire pasamos de la puerta, nos sentamos en el gran sofá de la antesala, me miró y sonrió. No se como iban a reaccionar sus padres la verdad, la última vez que vi a su mama le desagrade, tengo dudas sobre hacer nuestra relación formalizada.  Máx se levantó sacandome de mis pensamientos, fue ahí que yo también lo hice mirando aquel hombre, tez blanca, cabello negro con algunas cascadas blancas, llevaba un traje negro con corvata azul, sus ojos eran verdes, estos me miraban de arriba y abajo, viseversa. El sonrió a máx y luego centro nuevamente su mirada en mi.

- un placer señorita. - dijo el sonriendome.

- igual señor.-dije nerviosa.

- como te llamas?.-pregunto el sentándose.

- victoria McRaedy. - respondi

-lindo nombre.-respondió

-gracias , señor Daniels.-dije mirándome los dedos.

- por favor, dime Jhonas.-dijo el sonriemdome.

Yo asenti.

- papa, y mi madre donde está? .-pregunto máx cogiendolo mi mano izquierda.

- creo que esta por bajar, ya sabes como es.-dijo el.- estudias victoria? .-me pregunto enseguida.

- si, voy en último curso.-dije

- vaya, bien.

Entonces llego la señora, llevaba un vestido casual, su pelo caía en sus hombros. Su mirada se poso en mi frunciendo el ceño. Genial, no le caía bien.

- buenas.-dijo fríamente.

Yo asenti,  ella se sentó y cruzó las piernas.

- A si que ella es la afortunada.-dijo esta sarcasticamente.

Máx asintió y me sonrió.

- soy victoria, un placer conocerla señora. - dije sonriendo.

Ella sonrió levemente y yo frunci el ceño.

- y dime, que edad tienes.?.-pregunto ella.

-18.-dije

- oh vaya, y tus padres? Vives con ellos?

- vivo ahora con papa y su esposa, mi madre esta en New York, asuntos laborales.-dije.

- oh separados.-dijo ella

Asenti.

- veo que eres muy liberal, no eres cristiana, y bueno.-dijo esta mirándome.

- mamá, eso no importa. - dijo máx.

-si importa, no puedes estar con una...

- una que?.-dijo máx.

-apática. - dijo esta.

Ya no quería estar aqui, de hecho no debí venir.

- Me tengo que ir.-dije, me levante.-fue un gusto señor Daniels. - me dirigí hacia ella y me abofete en la cara. Ella se levantó y yo salí de esa casa, enojada, furiosa, u  sinónimos de sentimientos.

- vicky.-dijo una voz tras de mi.

- Que?!.-grité.

- no te vayas, espera.-suplicó.

- que quieres, que me siga insultando.-dije volteandome.

- no, espera, mírame.-dijo acercándome a el. Lo mire a sus ojos amarillos. - Te amo.-dijo el.

Me acerque a sus labios y los besé, con el se me iba toda la ira, me sentía segura. Yo también yo amo. No me iría de su vida nunca.