Cuando todos los demás duermen, las voces que viven en mi inseguridad crecen y reviven recuerdos que deslumbran como fuego en la oscuridad, no para traer luz, sino calor y destrucción. Permean entre el pasado y el futuro, entre lo imaginario y lo real, se enlazan en sentimientos de ira y dolor, y se expresan por lágrimas y coraje. Se deslizan por las noches cual vampiros e impiden el sueño, trayendo inestables vapores de azufre que acaban con la utopía. Poseen dientes feroces que se clavan en los sentidos negativos y desgastan con sus garras las heridas para no dejarlas sanar nunca. Con sus voces intimidantes minimizan el esfuerzo y trituran cualquier sueño, despedazan las ilusiones y los colores.
Hay demonios en mi cabeza, hay personalidades en mis demonios, míos, creados de mi propia sangre, de mis temores y mis placeres. Son esos demonios que se alegran de la desgracia y que envuelven en drama mi terrenal andar. Son esos demonios que con calor en sus manos te atraen a un infinito fuego en medio de la oscuridad.
Tú duerme tranquilo, ellos no me dejaran dormir, yo los entretengo para que yo caiga.
Tú duerme tranquilo que solo tienen hambre de mí. Habitan en mí y me visitan de vez en cuando para hacerme caer. Habitan en mí y se aprovechan de mis caídas para crecer más y más.
Duerme tranquilo que la muerte nos llega por igual y la mía viene de adentro, de esos suspiros robados y esas lágrimas no derramadas, de las voces que gritan en mi cabeza y no me dejan conciliar el sueño.
Duerme, que solo es una noche más con la que lidiar, una noche más en la que tengo compañía y estoy en la oscuridad, sin verlos de frente, solo escuchando y llorando. Es una noche más que pierdo la batalla y se apoderan de cada chispa de razón cuál virus.
"Ánimo, todo va a estar bien" logran decir moribundas mis energías. "No hay nada bien" responden las voces. No tienes nada bien, nada estará bien y nada está bien.
Quisiera presentar a mis voces pero son tímidas con otras personas y se esconden en mi cabeza. Disfrutan mi agonía y no quieren salir cuando debo hablar de ellas.
Estoy bien.