Don't Fear To The Dark.

Capítulo 02 : It's Dark

Era de mañana, otra sin duda tan aburrida como suelen ser en el Norte. Solo que por esta ocasión ocurre algo desconcertante, la niebla tiene un color que no había visto antes ,un color azul zafiro hielo que por alguna razón no hace más que transportarme a esas historias que me contaba Nana frente a la hoguera.

Si tan solo no hubiera sido tan egoísta, no hubiera temido a que me llamasen loca el resto del pueblo; parecían estar demasiado ocupados en su día a día para percatarse de lo que estaba sucediendo.

Yo aquella chica que vivía buscando aventuras que parecían que solo podían ser encontradas en Essos, que se adentraba más allá de donde los sabios aconsejaban adentrarse; conocía Bosque Espeso como la palma de mi mano, y era capaz de darme cuenta del más mínimo detalle, el invierno se acercaba y éste sería el más largo que halla visto Westeros.

Esa mañana, el día que tanto temía había llegado. Para cuando regrese de mi cacería, no podía creer lo que estaba ante mis manos. Todos los que un día quise se habían ido y en fracción de segundos me encontraba cubierta de su sangre. En ese momento Nana estaba a mi lado, mi rostro fue lo último que vio antes de morir. ¡No era Nana!. Replico eso en mi cabeza antes de dormir, cuando consigo hacerlo.

No se si es día o de noche, hace mucho perdí la noción del tiempo, atada de manos y pies todo lo que alcanzo a ver en esta habitación es oscuridad. Solo puedo suponer. Me reconforta no escuchar el sonido de las bestias, por lo que puedo intuir estar en un lugar seguro. Me pregunto que fue de él, después de...

La luz segadora penetra la habitación, se alcanza ver una sombra familiar.

--¿Recuerdas que pasó?.

Recordaba perfectamente que me había sucedido, indagar en lo mas profundo de mi conciencia en busca de respuestas o una salida, parecía dadas la secuencia de eventos ser ahora mi única opción.

--No,--Una persona con plenas facultades mentales no me salvaría para luego torturarme. Lidiaba con una mente enferma, a partir de este momento decir la verdad no sería más una opción prudente, debía tener cautela y medir mis respuestas. En ese preciso instante decidí lo que debía a hacer, aunque no estaba segura de como conseguirlo. Me encontraba inmersa en su enfermizo juego.