07. Villa Erizo, a un kilómetro.

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Los rayos del sol traspasan las cortinas blancas que cubren la ventana. La recamara comenzaba a iluminarse conforme el sol se alzaba sobre el océano. La brisa fresca entra y acaricia el rostro dormido de la peli-rosa.

Amy abre los ojos lentamente. Parpadea un par de veces, adaptando sus ojos a la luz. Su primer pensamiento, es repetir en su cabeza algunas frases de los diarios del erizo azul. Su mente repite constantemente el fragmento del primer diario: "No puedo dejar de ver a Amy Rose The Hedgehog. Yo... podría estar enamorado de ella."

Su estomago burbujea como un refresco. Siente los latidos frenéticos de su corazón. Y también, con la fascinación de esas sensaciones, un dolor de cabeza comienza a instalarse.

Decide levantarse y hacer su pequeña rutina mañanera. Su actividad del día de hoy tiene relación con su grupo de amigos. Según Tails, lograrían desocuparse todos para ir a la Villa, dar un recorrido por esta y terminar yendo al mercado. Después, si sobra tiempo, podrán volver al Taller para tener una noche de juegos.

La única cosa que le genera mucha intriga es saber si el erizo azul se encontrara allí con ella. Corrección, con ellos. Ella. Ellos. Todos.

Su rostro arde y una risa tonta se cuela de sus labios ante las nuevas escenas que comienzan a surgir en su cabeza. Entonces, comienza a apresurarse llena de emoción.

—Sonic the Hedgehog Speed— El zorro advierte. —Amy no tarda en llegar. Ayer habías dicho que estabas de acuerdo en que fuéramos a la villa—

—Miles Tails Prower— El líder responde con otra advertencia. —Acepté porque creí que el plan me incluía. Pero ¡Oh, sorpresa! ¡Hoy me estas diciendo que no puedo ir con ustedes!—

—Es que, Sonic— El zorro tartamudea cuando ve la expresión frustrada del peli-azul. —Creeme que entiendo tu enojo, pero debes entenderme a mí también. Amy se fue ayer con un mareo que desconozco si se le pasó. Todo fue porque estuvo sometida al tema sobre ti—

—¿Entonces me estas diciendo que yo podría echar a perder su pequeño avance?—

—¡No! ¡Yo nunca dije eso!—

—¡Basta!— La tejón finalmente logra silenciar la habitación. —Amy no tarda en llegar. Por favor, lleguen a una decisión fija y ya—

Tras un pequeño silencio, Sonic suelta un largo suspiro.

—No iré— Acepta. —Sin embargo, quiero que quede claro que, ante cualquier emergencia, deberán usar el código y llamarme de inmediato. Eggman no ha atacado desde el incidente, pero estoy seguro de que ya debe conocer sobre la condición de Amy y yo...

—Lo sé— Tails asiente lentamente. —No quieres volver a ponerla en una situación que la ponga en peligro—

—Gracias— El peli-azul gira hacia la tejón. —Prométeme que la vas a proteger, Sticks—

—Esta bien. Ya deberías irte, roedor—

Tras ese intercambio de palabras y despedirse de su equipo, Sonic sale por la puerta trasera del Taller. La vista de la mañana le ofrece un cielo despejado, un sol radiante y unas nubles blancas. El día es perfecto, con la simétrica de que el aire es fresco, ofreciéndole la mejor experiencia de correr.

Estira brazos y piernas. Trota un poco en su sitio, y...

Se detiene. La voz de la peli-rosa viaja hasta él, envolviéndolo en un sentimiento que lleva años experimentando en su interior. Chisporrotea como los fuegos artificiales y estalla como las bengalas. Siente su corazón agitarse y su garganta cerrarse ante los nervios, como si fuera la primera vez que la vera.

Sonamy [Boom]- Amnesia. (En edición).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora