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Jackson

Un día, uno entero lleno de alegría, no sabía hace cuánto no me sentía tan liberado, fuera de aquellas horas en las que estudiaba; sólo usaba mi cuerpo para satisfacer a otros, el sexo jamás fue de mi interés incluso, sabía que ya no sentía nada al ser follado por aquellos hombres, pero no, no podía hacer algo contra eso ya que tenía que sacar a mi familia adelante, pero, no sabía que hacer, estaba entre la espada y la pared, entre ser juzgado y no, esa noche con una sonrisa en mi rostro y mil problemas acomplejando mi mente, no dormí.

-¡Buenos días!- Saludó Hunter, tenía un ramo de rosas amarillas que sostenía para mi, las tomé y besé su mejilla

-Buenos días Jun, gracias- lo invito a pasar, pero el niega, argumentando que tiene trabajo, por un momento quisiera que no fuera así, pero él necesita avanzar y yo no podría detenerlo

Caminaba rumbo a mis clases de siempre Asher me tomó de los hombros haciendome compañía, caminaba sin prestarle atención a nada mis libros llenando mi mochila, carpetas en mano, camisa a rayas y pantalón entubado arremangado de los tobillos, mis converse favoritas y no, no sabía que pensaba, al llegar a aquel salón y presentarme como alguien normal. Entre y sentía la mirada de todos quizá era cosa mía pero no podía evitar agachar la cabeza sin ver nada.

-Jackson- llamó el profesor, miré al frente, me sentía mareado, él hizo el ademán de que me levantara y así lo hice, pero, salí corriendo al sanitario, las naúseas aumentaban y yo me sentía perdido, me sentía atrapado en aquellos recuerdos mis padres en un accidente, mi hermana gritandome cosas horribles, en medio de todo eso estaba Hunter, esa luz... Tan, repentinamente cambiante, sabía que no merecía a un beta usado como yo

Me sentía, atrapado. En mi cabeza, no había lugar para otra cosa que no fuera desaparecer, el cubiculo se cerraba cada vez más a mi al rededor, vacíe mi estómago por quizá tercera vez, aún sentía las arcadas y esos nervios en mi garganta, quería llorar, gritar desesperado por ayuda hasta que aquel tonto alfa viniese por mi.
Al terminar de votar todo lo consumido fuera de mi cuerpo caminé rumbo a mi departamento entre tambaleos, pero no llegué ahí, si no a la florería, donde caí desmayado por la presión en mi cabeza.

-¿Cómo estás?- preguntó una voz a mi costado, gire mi vista y reí sin ganas, acababa de despertar y ya había causado problemas

-Hola Hunter- salude, él hizo sonar la taza que sostenía en la mano chocandola con su dedo anular el cual portaba un sensual anillo de león -Creo que estoy cansado- murmuré, girandome de nuevo, fijando mi vista al callejón vacío

-Cansado... ¿De qué?- preguntó y las lágrimas brotaron de mis ojos

-De vivir así- dije y me sente en unaño de los bancos que simulaban ser una cama, sin hacer caso a nada más ni siquiera a mi vecino, talle mis ojos

-Puedo cambiar tu vida, cariño- me murmuro, sonreí

-Claro, como si eso pasara- sorbí mi nariz, él suspiró, probablemente porque por fin estaría viendo lo problemático, molesto y negativo que era

-¿Qué te ata a esta vida tan repugnante que llevas?- preguntó y jadeé

-¿Cómo sabes que es repugnante?- pregunte quizá ofendido y apunto de perder la voz

-¿No es así como la ves? Sinceramente, mi vida no es la mejor, pero jamás estuve donde tú... Así que no puedo juzgar, pero tú, Jack, crees que tu vida es la peor escoría y que no mereces esto- lo miré, me empezaba a molestar pero ¿por qué? Pues porque tenía razón, porque era un chico desperdiciando su vida por la condena que me había aplicado a mi mismo, comencé a llorar sin responder nada, él me abrazó yo mojaba su mandíl con mis estúpidas lágrimas

-Quiero poder ayudarte, sólo dame tiempo, te libraré de esto- murmuró en mi oido mientras acariciaba mi cabello, haciendome caer dormido sobre su pecho.

Cuando desperté, estaba sobre mi cama, parecía ser de madrugada, me estiré sintiendo mis huesos doler y mi cabeza retumbar, me había enfermado y eso no era posible ya que debía trabajar, me metí a la ducha sintiendo el agua caliente empaparme, mi mente se despejaba pero el dolor no cesaba, sentía que era por nunca descansar bien y ahora que empecé a hacerlo con Hunter era imposible que mi cuerpo lo tomara como buena señal, era un cambio y me lo estaba cobrando... Al salir vi rosas por toda la sala, todas de distintos colores, sabía quién había sido así que sólo me tiré al sillón con una toalla en la cintura rodeado de aquellas flores me derrumbé, lo hice como hace años no lo hacía, pero sabía que había solución sabía que tenía dos opciones, confiar en Hunter o seguir con lo mío y dejarlo de lado antes de sentir de más...

Y, por primera vez... Confíe en ese tonto alfa.

Capítulo publicado el 02/06/20

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Capítulo publicado el 02/06/20

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⏰ Última actualización: Jun 02, 2020 ⏰

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