Flores De Recuerdo

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-Treinta de diciembre, dos cuerpos identificados como Iván Reyes y Rosalía Ferrer Gates, fueron encontrados muertos después de un accidente automovilístico-

-No, no, no, ¡NO!- Me exalte, desperté cubierto de sudor, la respiración agitada y mil pensamientos surcando mi mente -Ah~ maldita sea- mire el recuadro familiar que tenía en la pequeña mesa de noche, una fotografía bastante vieja y desgastada por el pasar de los años, en esta salíamos mi hermana y yo, sonreí y seque las lágrimas que había dejado escapar sin darme cuenta, suspire dejando el recuadro y me dispuse a levantarme no sin antes revisar mi cuarto con lentitud, fije la vista en el reloj de pared en frente mío

-5:30 a.m.- susurre, aun no era hora y sabía que no podría volver a dormir, me levante quizá a planear que hacer durante las dos horas que aun restaban para “empezar” mi día

Salir a caminar a las cinco de la mañana jamás habría sido buena idea pero ahí estaba yo, paseando por las desoladas calles, no iba fijando mi vista en el camino después de todo no había signo de personas rondando por ahí. Después de caminar por media hora llegue a la florería que siempre frecuentaba, estaba abierta y podía ver a Hunter hablando con otro chico animadamente. Y mi buen humor se esfumo, no entendía pero no le di importancia porque tarde o temprano ese sentimiento se iría

Seguí con mi rutina, desayunar, arreglarme y salir hacía la escuela, caminaba rápido por los pasillos del edificio bajando las escaleras, cuando

-Mi celular- digo en bajo, subo más rápido hacia mi departamento, abro la puerta y lo veo, Hunter en medio del salón un ramo de flores en mano

-Esto… ¿Hola?- digo y él tira el ramo al suelo un pequeño “adiós” sale de su boca para luego sacar medio cuerpo por la venta -¡Hey no!- grito jalando su cuerpo dentro de mi apartamento

-¿Qué significa esto?- pregunto desconcertado, él me mira inquieto

-Te cortejo de cierta forma- explica llevo mi mano a mi frente, no, no puedo involucrarme así con él

-Soy beta, Hunter, no podemos… Tú sabes- él asiente, pero toma mis manos en un movimiento rápido

-Lo sé, sé que eres beta y que tienes pareja… Pero no puedo evitarlo, haces latir desenfrenado mi corazón y Dios, quiero poseerte de la forma más tierna- parpadeo varias veces

-No… no tengo pareja- suspiro -Es complicado Hunter, quiero que entiendas, no podemos mezclarnos, allá afuera tienes un destinado- él coloca su frente sobre la mía, mi corazón se acelera

-Es que no comprendes… Siento que eres mi destinado- rio incómodo -No lo tomes como broma, quiero hacer las cosas bien… Por favor, déjame intentarlo- me deslizo a un lado de él

-¿Quieres sexo?- pregunto tirando mi mochila al lado dispuesto a quitarme la camisa -Verás, generalmente cobro por esto, pero a ti te lo dejaré gratis, vamos- jalo su delantal atrayéndolo a mi, para besar su cuello y desvestirlo

-Mnh, no, Jack, no quiero esto- me aparta bruscamente -Jackson, yo en serio quiero ser tu pareja ¿Qué debo hacer? Ya dijiste que no tienes novio y sé que no nos conocemos pero ¡por favor!- Hunter termino hincado frente a mi, negué algo frustrado

-Hunter, vendo mi cuerpo, no soy virgen no puedo ofrecerte nada más que problemas, deudas y tristezas… Será mejor que te vayas de aquí y no vuelvas a hablarme- mi corazón retumba fuerte, los nervios me recorren al llegar a tocar la perilla de mi apartamento, lo veo levantarse con la cabeza gacha… ¿Debería disculparme? -Hunter yo..-

-No, Jackson, no lo haré- se acerca a mi apartando mi mano de la puerta -Yo te quiero a ti, no me importa lo que me des tú, puedo ayudarte a cambiar eso, te daré trabajo, ¡en la florería! Pagaré tus deudas, cambiaré esa tristeza a felicidad… Déjame intentarlo, Jackson- su frente recargada en mi hombro, sentía mi corazón latir más fuerte, mi cabeza era un caos, no quería dejarlo pero tampoco podía mantenerlo conmigo, sería lo más egoísta que podría hacer

-Ah~, agradezco tus ofertas… Pero no es tan fácil, así que por favor, debo, prepararme para Teán- él se apartó hasta verme a los ojos, ambos parecían contener lágrimas

-Jack- llama un vez me alejo de él -Sí cambias de opinión, házmelo saber, ya sabes donde encontrarme- sale de mi apartamento y por fin dejo salir el nudo en mi garganta, se sentía desgarrador, las lágrimas no cesaban y el dolor en mi pecho sólo se intensificaba…

-¿Por qué tenía que interesarte yo? ¡Maldita sea!- grito a todo pulmón, odiaba mi situación… Era cierto todas esas palabras, “No podrás amar estando dentro de este negocio” y lo sabía, pero aún así acepte

-Patético-

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