Capitulo 39

34 4 0
                                    

Narra Mateo

Ya han pasado cinco días desde que Elena está en es maldita mansión y aún no podemos interferir por ser propiedad privada. El rey al igual que yo está buscando a su hija y la reina lo intenta reconfortar lo que es extraño. Ya que ella es la que menos quiere a mi Elena.

Salí de mi habitación y fui directo a la de Elena. Maldición la extraño demasiado y el no poder verla, para saber cómo está o que hace me vuelve loco y no poder abrazarla por las noches o poder ver sus ojos.

La habitación sin Elena era muy fría y deprimente, ya que normal mente por las mañanas ella está acostada o arreglándose para ir al escuela. Una lágrima salió, las cosas van de mal a peor, no se nada de Elena y Sara se está poniendo pálida.

No sé que voy a hacer, limpié con brusquedad la lágrima y salí de la habitación. Entré a la que era de Samira, yá que después del secuestro de Elena ella se fue como si nada, aún me acuerdo que el rey no paro de gritarle por su incompetencia y no lo culpó ella fue contratada para cuidar a Elena y falló, al igual que yo.

Revise entre las cosas de Sam sin tener suerte y encontrar algo. Fui al armario para buscar si había algún archivo o algo. Me acerque a la cama y la empecé a revisar para ver si encontraba algo, se que sonara tonto pero desconfío un poco de ella.

Cuando se fue parecía muy tranquila y satisfecha. Al no encontrar nada me senté en el sofá pequeño que había hay.

"Será que me estoy volviendo paranoico o solo quiero culpar a alguien por no cumplir mi promesa".

Me sentía demaciado triste, así que me levanté y camine a la puerta, antes de llegar a ella un tabla del piso rechino, algo raro yá que no rechinan. Me acerque a ella y la quite con cuidado para encontrar una laptop plateada.

La saqué del agujero preguntándome ¿Que hace hay o porque Sam la escondió? Volví a poner la madera y me senté en la cama. Abrí curioso la laptop y la prendí, tardó cómo tres minutos en prender y dar un fondo de una paisaje pero para mí desgracia también pide contraseña.

Así que la cerré y salí de la habitación para buscar a Lili, porque ella era la más inteligente del grupo y muy buena hackeando computadoras o portátiles. Fui a su habitación y entre sin tocar para encontrarla en su cama... ¿Sollozando?. Deja la laptop en la mesita de noche y me senté a su lado.

–¿Lili estás bien?– pregunte curioso y un poco preocupado.

–Si, Matt– su voz se escuchó quebrada. Le quite las cobijas para verla acostada en la cama y sus ojos rojos.

–¿Que pasa Elena, porque lloras?– le pregunté un poco preocupado.

Además ya había pasado algo de tiempo que no le hablaba por lo que pasó en la agencia y aún me sentía algo molesto con ella, pero ella es mi mejor amiga casi mi hermana, y me duele verla así. Ella se giró para darme la espalda y llorar más como si fuera un perrito que acaban de golpear y buscará el cariño de alguien pero no lo quiere pedir, así que la abracé.

–Saul me odia – susurro entre sollozos y se volteó para esconder su rostro en mi pecho.

–¿Porque lo dices?– acaricié su cabello.

–Me lo dijo... Y a parte me sigue culpando por lo que pasó ese día... Dice que yo soy culpable... De que lastimaron a Ana– lloró más fuerte.

–Nada de lo que pasó ese día fue tu culpa– le susurre y no mentía.

La culpa fue mía por no haberlos encerrado esa noche, aún recuerdo todo como ayer, el ruido de las balas, sangre, golpes... Muerte. Está plasmado en mi mente como si fuera un tatuaje que nunca me lograré quitar como las marcas de los cigarros en mi pecho.

–Claro que si... Yo di la idea...

–Pero tú no los obligaste a ir Li, ellos fueron por gusto propio aún cuando yo sé los negué– dije interrupiendala– No fue tu culpa, todos tomaron su decisión ese día.

Ella me abrazo y lloró un rato más hasta quedarse dormida. La tape con las cobijas y salí de su habitación con la laptop sin hacer ruido.

Fui a mi habitación para dejar la laptop en un cajón donde tengo mi arma. Me acosté en la cama para descansar un poco, me sentía un poco cansado tanto mentalmente como físicamente, mi cabeza era un lío y no sabía que hacer.

Puedo enfrentar lo pero no ganarle, el maldito me espera y el acercarme sería perderla a Elena ya que el la usaría para lastimarme. Pero no entiendo ¿Cómo es que el sabe de ella?, Comprendo que sepa de mi madre, Nancy, Lili o el bruto de Saúl, pero no de Elena.

Estoy seguro que fui discreto cuando estaba con ella. Alguien le debió de haber informado y ese alguien sabía de mis sentimientos por Elena. Y las únicas personas que sabían de eso era Nancy, Lili y Saúl. Así que debió ser alguno de ellos.

Pero no tiene sentido somos como familia y ninguno haría algo como eso además de que todos peleamos para salir de ese mundo.

–Maldicion– susurre. Al revolver me con mis pensamientos.

***

–Madre debés descansar– le dije mientras traía algo de té con galletas.

–Hijo por favor necesito hacer la comida– le puse la charola y las piernas y negué con cabeza.

–No el doctor dijo que debías mantener reposó– le recordé a lo que ella rodo los ojos.

–Pero hijo no me gusta estar en esta habitación – se quejó como si fuera una niña pequeña.

–Hasta que tú pierna mejore te dejare parar.

Mi madre se lastimo al caer por las escaleras ase unos minutos, ya que como siempre estaba atareada con mil cosas y yo estaba peleando con Saúl por sus tonterías.

–Pareces mi padre– dijo ella, me senté en una silla que estaba aún lado de la cama– aún me acuerdo cuando eras pequeño y yo cuidaba de tí– me sonrió nostálgica.– eres muy travieso con la princesa y el como volvían loca a la reina.

Sonreí también al recordar eso.

–Lo siento– susurro por lo que la miré sin entender– es mi culpa que no tengas estudios, si tan sólo hubiera hecho algo por cuidarte más.

La verdad es que ella hizo lo que no muchos, me saco de la calle y cuido, me protegió el ebrio cuántas veces le fue posible y aún sabiendo todos los problemas que habían en si hogar me dió algo que no iba a tener, amor fraternal. Me acerque a ella y por primera vez después de algún tiempo la abracé.

La verdad es que no sé que haría sin ella, de seguro estría pelando por sobrevivir o robando. Ella me ha salvado demasiadas veces de mis demonios pero no hay nada que me salve para lo que se acerca.

Enamorado De La Princesa #EDLP 1 [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora