Buscando tu nombre

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Nada más romántico que el silencio de una tumba y una buena cerveza. El olor a muerte se aprecia, y es linda noche para una resurrección. Elegí tu tumba porque sabía que nadie más la usaría. Te conozco desde la eternidad, y ambos sabemos que no hay nadie allí abajo. Podría gritar toda la noche y nadie me escucharía en este lugar, es un buen escondite.

Uno puede ser un monstruo en el interior, pero la palabra es la palabra... más aún cuando hacés un trato y no querés represalias. Conocerte de nuevo me convirtió en un hombre con un maletín para entregar y con una deuda, algo que repudiaba en mi existencia. Algunos creerán que estoy maldito, pero solo depende de la perspectiva con la que se lo mire.

Tu presencia me persigue por las calles, y aunque conozco todos tus movimientos, este territorio es nuevo para nosotros. Podía evitarte pero quería saber qué era lo que sentías, entonces busqué una excusa para entrar en ese abandonado galpón y esperar que me atraparas. Dentro de mí necesitaba saber si podías acordarte de nosotros con solo verme.

No tuve que esperar mucho para que entraras y me miraras llena de confusión. Antes de que te prepararas para la batalla te abracé y apoyando mis labios sobre tu mejilla sentí como tu daga atravesaba mi espalda. Pude leerte los pensamientos, y sabía que me querías hacer sufrir. Lo que no sabías es que yo también deseaba sentir un poco de dolor.

Recibo golpes en mi cuerpo tan brutales que me llenan de felicidad. Mi maldad es pura, pero nadie sabe lo que sienten los ángeles al romperte la cara. Voy a pelear hasta el final para que te des cuenta de quién soy, un golpe más no va a detenerme. Ella patea mi cuerpo brutalmente una y otra vez esperando que suelte el maletín, pero no lo puedo hacer.

Los destellos de lo que fuimos me atraen, y sin humanos alrededor podemos mostrar nuestra pura esencia. Ustedes tienen prohibido hablarnos, pero al menos esperaba una mirada. Un ruido revela la presencia de una persona que nos había estado observando, y dejamos de luchar por un momento. Era la distracción que necesitaba.

El humano había quedado en shock simplemente por vernos. Sin saber cómo lidiar con la situación ella titubea. Mi moneda de la suerte puede servir para este momento, la aprieto con bronca y se la arrojo con todas mis fuerzas. Su cráneo no puede soportar el impacto y muere al instante. "Que uno de los tuyos se encargue de su alma, no estoy para esas trivialidades".

Ella no puede creer lo que acabo de hacer y aprovecho el momento para contraatacar. Lo bueno de no poder morir es que las peleas resultan divertidas, y sin quererlo se aprende de ser golpeado de tantas maneras posibles que uno pierde la cuenta. Ambos somos adictos a la violencia y seguimos la batalla.

El maletín es golpeado fuertemente y se abre revelando el artefacto demoníaco en su interior. "No podés tocarlo, es impuro!" - Sabe que no puede tocarlo o su existencia correría peligro. "Aléjate de mí o te juro que te vas a arrepentir!" - Le digo obligándola a retirarse en un vuelo celestial. Es mi momento de escapar y lo hago.

No hay excusas luego de tener un mal día laboral. Junto mis partes, esperando recomponerme y sigo el ritmo. Manejo por las rutas con un crudo rockabilly, siempre creí que era una buena combinación con el olor a sangre y llantas quemadas. Debo ir al punto de entrega antes de que salga el sol, como lo acordado.

Siempre te preocupaste por el resto de las personas, yo simplemente me concentré en mí. Ambos queríamos un mundo mejor, todos somos iguales desde que nacemos, con miedos y todo, pero mientras te fuiste al cielo yo tuve que tomar otro camino. Hay cosas que podemos tener en nuestro interior sin ser dañadas, quiero que lo sepas ahora.

Llegué al lugar pactado y lo vi de nuevo. Será mejor terminar esto rápidamente, uno nunca puede confiarse de un arcángel.
"¿Éste es el artefacto que estabas buscando Tyrael?".
"Si, puedo sentir su presencia. Debe ser destruido de inmediato!".
"Considera mi deuda pagada, tengo que retirarme, tu presencia realmente me eriza la piel".

No recordarás nada de nuestras vidas mortales, y sólo seguís tus nuevos instintos, pero algún día te enterarás de que yo no pude hacerlo. Volver a escuchar tu nombre mortal fue el precio por ese objeto. Volví hacia tu falsa tumba para que se curen mis heridas, esperando que alguna noche vuelvas a encontrarme.

Buscando tu nombreWhere stories live. Discover now