Solo una vez más

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-Yo, Daniela Armenteros, conocida como danielabeauty, una influencer recién empezada y tú, un cantante famoso, mi amor platónico de la adolescencia. Soñaba con ver esos ojos toda mi vida. Y los vi.

Mi marido estaba tumbado en su cama, con una sonda en la nariz, algo dentro de mí me decía que estas iban a ser sus últimas horas y no habría fuerza posible que me separase de él. Ahora él tenía 95 años, le costaba respirar, pero me miraba atentamente, me escuchaba. Yo tenía 89, también bastante mayor, me puse en los pies de la cama, levanté un poco la sábana y empecé a hacerle un masaje en los pies, a él le encantaban mis masajes.

-Ese día estaba en Los Ángeles, algo impensable para una chica del sur de España con el dinero de mi cuenta, pero Marina y yo habíamos ahorrado durante meses para ir, nos pusimos nuestras ropas más glamurosas y los colamos en aquella fiesta de gente adinerada.

"-Saca esas dos tetas que la genética te ha dado, todas las chicas de aquí se operan para tenerlas y tú has tenido suerte, pon cara de zorra y vamos a pasar como si tuviéramos prisa. - me explicaba marina su plan para colarnos en aquella fiesta.

-Marina, van a echarnos en cuanto nos vean. - le dije, los porteros me daban mucho miedo, ni las discotecas en Ibiza eran así.

-Al menos, tendremos algo que contar cuando lleguemos a España, vamos venga.

Marina puso su mayor "cara de zorra" que pudo y yo hice lo mismo. Con mis tacones que compré de segunda mano porque a la chica le quedaban grandes, siempre agradeceré medir 1.76 y tener un pie tan pequeño. Mi vestido de 12 euros y el maquillaje en el que gastaba todo mi sueldo."

-Aún no sé cómo lo hicimos, pero entramos, era mucho más de lo que esperábamos, allí todo el mundo vestía Gucci, Chanel y muchas más marcas que solo veía en las revistas. Kylie Jenner estaba en lo más alto en una especie de reservado dentro de un Jacuzzi, Bella y Gigi Hadid hablaban con unos millonarios árabes que bebían lo más caro del lugar. Pero tú no, tu estabas en la barra, hablando con todos, gente con más o menos dinero, a ti eso te daba igual, cantabas a todo pulmón y te reías. Marina y yo nos quedamos boquiabiertas al ver aquello y nos dirigimos a la barra, ni si quiera te había visto. Estuvimos un buen rato bebiendo, allí todo el mundo nos invitaba a todo.

"Muchos chicos hablaban conmigo, les gustaba mi acento, derrepente, la persona que menos me esperaba se puso delante de mí, no iba a hablar conmigo por supuesto, giró la cara y me miró de arriba abajo, con una sonrisa pícara se acercó a mí.

-Tienes los ojos color del cielo de Manchester, ese azul mezclado con gris por las nubes."

-Ibas borracho. - le dije parando el masaje, él sonrío recordando.

"-Tú tienes los ojos color... ¡De la marihuanna!-solté. "

-Aunque yo lo iba mucho más. - reconocí.

Harry tosió un poco, eso le había hecho aún más gracia, le costaba reírse.

" -¿Has dicho eso de verdad? - preguntó en una carcajada.

Yo me reí, había soñado tantas veces con él, había ido a conciertos, nos habíamos visto, pero por supuesto, él no me recordaba.

-He soñado muchas veces contigo Harry Styles, en mis sueños hago lo que me da la gana. -le dije y le saqué la lengua."

-Pero no, aquello no fue un sueño, esa noche hablamos de todo con mi" nivel de inglés alto" del currículum. Hablamos sobre los sueños, sobre la muerte, sobre cómo acabaría el mundo y sobre el final de Juego de Tronos que a tanta gente había decepcionado. Entonces... Me besaste. O yo a ti. No lo sé, nunca lo sabremos, quizás fuimos los dos a la vez, puede que no estuviera bien, estábamos muy borrachos y abusamos de nosotros mutuamente, pero, ¿Sabes qué? ¡Qué digan lo que quieran! Yo no me arrepiento de nada.

Ha llovido desde entonces. one shot. Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora