He escuchado a muchas personas decir que no todo lo que comienza bien termina de igual forma, y ésta historia es prueba de ello; un buen comienzo... augurio de un afortunado futuro, pensaría cualquiera, pero no fue el caso. Ésta es la historia de un hombre y una mujer que, viviendo sin buscar nada ni a nadie, se encontraron por ahí, sin saber que su historia seria contada años después, ésta es la historia de cómo se conocieron mis padres.
Habrá sido un bonito día, allá por marzo de 1996 cuando, en la ciudad de San Salvador se encontraron, ambos jóvenes, llenos de vida, esperanzas y sueños; mi padre, llamado Julio, hacía días que había visto viajar a mi madre del colegio a su casa en el mismo autobús, la había observado por mucho tiempo, admiraba su bonito rostro sin decirle una palabra, hasta que un día, lo hizo.
Hablaron en el autobús, todo el camino, se presentaron y platicaron amenamente sobre sus vidas, las cuales sin saber, estarían entrelazando para siempre en ese momento.
Ambos tenían muchas cosas en común, las cuales con el pasar del tiempo, fueron compartiendo el uno con el otro; tenían la misma edad, ambos cursaban el bachillerato y se gustaban, cosa que con el pasar del tiempo ambos recuerdan con alegría en sus rostros, contándome lo felices que eran, cosa que me hace pensar en la felicidad que nos causa la compañía de ciertas personas, ese sentimiento incomprensiblemente efímero y lleno de emoción, y como esto puede marcar la vida de nosotros, los seres humanos, para siempre.
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Producto Valioso
Non-FictionAuto-Biografía novelada; la historia de mi vida en unas cuántas palabras.