3:20 AM
Ese día, no se cómo explicarlo... mi mundo desapareció. No había nada dentro de mí, estaba vacía.
Cuando llegué a la empresa los vi a todos, riendo y jugando como si nada hubiera cambiado. En ese momento pude verme reflejada en esa escena, pude ver lo que yo hacía todos los días, la única diferencia es que ya no era yo esa chica, ya no era yo la que los hacía reír, la que los hacía sonreír sin parar y de verdad que me encantaría volver a ser esa chica, pero ya no puedo, simplemente no puedo.
Me fui de allí lo más rápido que pude, no quería llorar como una estúpida delante de ellos, seguro que no se darían ni cuenta.
Fui corriendo al baño pero sin querer me choque con mi salvación, mi pequeña salvación, esa era mi amiga, mi queridísima amiga Nansy. No puedo creer cuánto la extrañaba y cuánto deseaba verla, puede que ayer la viera, puede que ayer la saludara como todos los días, pero realmente necesitaba una amiga en este momento y ella es mi favorita.
Lo primero que hizo fue acercarse a mí y abrazarme. No me preguntó si estaba bien, no me preguntó el porqué estaba así, simplemente se quedó conmigo hasta que me tranquilicé. Ella sabe perfectamente cómo soy y por eso es tan especial para mí.
Cuando terminé de desahogarme, le conté todo, como todas las demás chicas, también de enfadó, pero no quiso ir a enfrentarse con ellos, no, ella no es así, simplemente me miró y me dijo: "No te merecen, por eso olvidarlos, tu vida es esta y aunque te duela, vas a sufrir día sí y día también. Empieza a ser más fuerte, tú no eras así, el amor te blandeó, se apoderó de tí, pero ahora te está poniendo aprueba. Ellos quieren pasar de tí, adelante, pero cuando se den cuenta de lo que perdieron, entonces en ese momento diles la verdad, diles como te sientes para que entiendan todo lo que te hicieron pasar, se más fuerte que ellos, tú puedes pequeña".
Esas palabras fueron todo lo que necesitaba, ahora seré una nueva yo, ya no seguiré llorando por personas que no me ven como soy, se acabó.
Y aquí estoy, a las 3:20 AM, acabando las pocas lágrimas que me quedan, ya no seré la misma, es verdad, yo era fría como el hielo, pero el amor me cambio. No volveré a ser como era, pero demostraré que nunca dejé de ser fuerte. Es verdad cuando dicen que los malos momentos te ayudan a ser fuerte. Nadie me derrotará ahora.
Al día siguiente me dirigí a la empresa, como siempre llegué y estaban todos divirtiéndose como niños, pero no me pare a observarles, no me pare a envidiar lo que yo tenía y perdí, simplemente pasé de largo, tengo cosas más importantes que hacer.
Estuve toda la mañana ensayando sin descansar, pronto tendría una gira mundial y los AMAS, tenía que dejar todo perfecto para ese día.
Cuando llegó la hora de comer me fui con las chicas, les seré sincera, comí demasiado, pero llevaba tiempo sin pasarlo tan bien y ahí no acababa el día, decidimos tomarnos la tarde y noche libre, pensábamos hacer un día de chicas. Lo primero fue ir de compras, después fuimos a un spa y por último nos fuimos a la casa de mi queridísima amiga Nansy, pensábamos hacer la mejor fiesta de pijamas.
En otros tiempos Tae me hubiera llamado para saber dónde estaba ya que no llegaba a casa, pero según sus historias de Instagram, el también salió, y no le importaba dónde y con quién estuviera, y a mí tampoco.
Al día siguiente nos dirigimos a la empresa, se podría decir que no dormimos mucho pero bueno, nos divertimos y eso es lo que importa.
Con lo que no contaba es con lo que me esperaría al llegar a la empresa.
Siente chicos bien lindos, todos con cara de preocupación y una ojeras que llamaban la atención desde lejos. ¿Adivinan porque estaban así? Yo sí, lo supe desde el momento en que los vi. Verán ellos tienen un pequeño problema que es que, cuando beben se acuerdan de todas las cosas que los hacen felices y es ahí cuando yo aparecí en sus mentes. ¿Saben el único problema? Que yo no estaba ahí con ellos, tampoco estaba en casa, ni en la cama durmiendo, se preocuparon por mí, entonces fue cuando me llamaron al teléfono, lo único malo de esa idea es que no pensaron que mi teléfono estaba apagado, no quiera saber nada de nadie y hasta ese momento aún seguía apagado, fue ahí cuando vi que tenía 59 llamadas, no me sorprendía, todo afirmaba a que no habían dormido de lo preocupados que estaban, pero ¿Saben qué? Que no me importaba lo más mínimo, si para acordarse de mí tenían que beber, mejor que no lo hubieran hecho nunca.
Sólo podía mirarlos con odio, sólo eso quedaba en mí. En cuando me vieron se abalanzaron sobre mí, me preguntaron tantas cosas y yo no escuché ninguna, no me interesaba nada de ellos. Solo los miré y me fui de allí. Lo mejor fue que ellos sabían porqué estaba así, por eso no fueron detrás mío, por eso siguieron su día como si nada.
Cuando llegó la hora de comer, tocaron mí puerta, ¿cuánto hacía que no oía ese sonido? Abrí la puerta, aún sabiendo quién la había tocado, sí, era mi novio con sus amigos. Sólo me dijeron: "Vamos a comer pequeña." Pequeña. Hacía tiempo que no los oía decir eso. Por un momento, esa palabra, esa escena me debilitó, pero entonces llegó, llegó la persona que me remplazo y mi odio no pudo más, odiaba todo en ese momento, sólo los mire y les dije: "Por mi, podéis dejar de existir." Cerré la puerta y lloré, lloré aún habiendo dicho que no lo haría más, no lo pude evitar, mi corazón era débil, siempre lo fue, pero aún así, me sentía bien, me sentía realmente bien, al fin me sentía liberada, ya no fingiría sonrisas, sólo haré y diré lo que se me pase por la cabeza. Y eso fue lo que hice. Por qué no puedo, no puedo seguir aguantando esto. No puedo.
CONTINUARÁ