First love | M. Y. / Yoonmin | TwoShot.

El pianista. Segunda parte

Jimin no sabía cómo decirles a sus padres que su mayor deseo era ir a una escuela de danza.

Con dieciocho años había terminado sus estudios con honores, uno de los alumnos más reconocidos en la escuela y por eso sus padres creían que tenía un gran futuro en los negocios, pero lo cierto era que Jimin sólo se esforzaba para no traerle problemas a su padres, él deseaba con todo su corazón ingresar a la Escuela de Artes de Seúl, pero no tenía idea cómo trasmitirle eso a sus padres.

-

Jiminie, hijo. ¿Qué tienes? Has estado raro desde tu graduación, no quieres aceptar ninguna de las universidades que te mostramos, ¿no quieres irte de casa?

La voz de su madre era dulce, la más dulce que había escuchado en su vida y siempre le daba mucha paz. A diferencia de la voz de su padre que era muy ronca, pero nunca los había escuchado enojados porque él era un hijo ejemplar.

-Mamá... es que quiero hablarte sobre algo - apartó los folletos de las tres universidades que estaba viendo de contabilidad y miró a su madre, estaba seguro que la preocupación estaba plasmada en su rostro porque su madre al instante dejó lo que estaba haciendo y se sentó a su lado - bueno el asunto es que... - se rascó la cabeza bastante nervioso, temía que ninguno de los dos apoyara sus sueños, pero eso definitivamente no era lo peor, no.

Lo peor era que él ya había sido aceptado en esa universidad.

-Jimin ya habla hijo que me estás poniendo extremadamente nerviosa - la madre de Jimin le acarició el cabello, acto que siempre tranquilizaba al menor pero en esa ocasión no funcionó mucho.

-Es que no quiero ir a ninguna de esas universidades porque... - cerró los ojos con fuerza y soltó un suspiro antes de hablar a toda prisa - me han aceptado en otra universidad.

El silencio reinó durante interminables segundos y Jimin sin poder soportarlo más abrió los ojos. La expresión de su madre era un poema, parecía sorprendida pero al mismo tiempo tenía una sonrisa en sus ojos, una que sólo su hijo podría reconocer porque se conocían perfectamente entre ellos.

-Me estaba preguntando cuándo me ibas a decir que te habían aceptado en la Universidad de Artes de Seúl - el comentario lo sorprendió muchísimo, ¿su madre ya lo sabía? - mi amor, encontré la carta cuando estaba ordenando tu habitación, la verdad que ponerla debajo del colchón no fue muy listo de tu parte - su hermosa risa escapó de los finos labios maternos y Jimin se apresuró a abrazarla una vez que entendió que ella lo apoyaba - estoy muy orgullosa de ti mi amor, sé que eres un excelente bailarín desde muy pequeño. Tu padre también está muy orgullo.

-¿Papá lo sabe? - su madre asintió con una sonrisa mucho más amplia que la anterior. Un gran alivio se instaló en su cuerpo al saber que tenía el apoyo de ambos, ellos eran las únicas personas que tenía en el mundo y lo que más le gustaba era saber que se sentían orgullosos de todos sus esfuerzos.

-Al fin vamos a poder dormir tranquilos sabiendo que has tomado la decisión correcta - le dejó un beso en la frente y cuando se levantó, agarró los folletos y los tiró al tacho de basura - no los vamos a necesitar, mi bebé hermoso fue aceptado en una universidad ya - le guiñó el ojo y continuó con los preparativos de la cena.

Jimin pensó que nunca podía sentir tanta felicidad como en ese momento, pero estaba equivocado. Vendrías cosas mucho más sorprendentes y que le causarían una inmensa felicidad.

***

Su respiración estaba completamente agitada y todo el cuerpo le dolía, pero no había un dolor más hermoso que el de una buena coreografía. Había ensayado junto a Hoseok ese baile mil veces y siempre había algún problema porque la profesora le encontraba el pelo al huevo, pero en esa ocasión, Jimin sabía que todo había sido perfecto.