Epílogo

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Louis sentía que iba explotar de calor, quizás podía morir asfixiado en ese instante, pero si lo hacía, lo haría siendo el hombre más feliz de la vida, porque ahí, sobre la cama descacha, bajo el cuerpo desnudo de su marido y con las piernas bien abiertas, estaba siendo tomado de la manera más deliciosa del mundo.

Sus ojos no podían abrirse, las arrematadas de su esposo eran extremadamente profundas, temblaba de placer, especialmente cuando lo oía gemir ronco y le tomaba con fuerza sus estrechas caderas penetrándolo con un ritmo descuidado.

Borracho por la sensación, arrastró sus manos a lo largo de la espalda sudada del hombre y este gimió roncamente sobre su oído cuando le tocó las mejillas de su trasero, y lo atrajo hacia abajo provocando que las embestidas fueran más profundas.

Sintiendo sus propios músculos aferrarse a cada centímetro de aquel pedazo de carne que conocía perfectamente, gimoteó cuando su próstata fue abusada maravillosamente. Presionando sus labios contra el pecho caliente de Harry, Louis intentó reprimir sus gemidos cuando se corrió y continuamente sintió el líquido caliente llenar su interior.

El cuerpo de Harry colisionó encima de él y como lo llevaba haciendo por más de siete años, calmó sus cuerpos con besó y caricias.

"No puedo cansarme de tu cuerpo". Harry ronroneó sobre su oído antes de elevarse con las dos manos a cada lado de su cabeza.

"Más te vale no hacerlo". Sus manos se arrastraron por el pecho trabajado de Harry hasta llegar a su cuello. Tirándolo hacia abajo, conectó sus labios y lo besó hasta que el hombre abandonó su interior. Harry cayó a su lado y limpió sus cuerpos.

"¿Vas a ir a bañarte conmigo?". Harry le besó la barriga antes de sentarse, Louis lo siguió.

"Ve tu primero". Parándose de la cama, cubrió su delgado cuerpo con un pantalón deportivo y una camiseta suelta que había utilizado esa mañana.

"Vale"

Viendo a Harry meterse en el baño, Louis se movió por la habitación hasta llegar al balcón, con una pequeña sonrisa entre sus labios dejó que el sol bañara su piel, el día estaba esplendido, los pájaros revoloteaban felices y su perro de dos años corría desde la orilla de la piscina hasta el otro extremo del patio. Louis negó con la cabeza cuando observó que su pelaje estaba mojado, debían cercar el lugar lo antes posible.

Bostezando estiró sus brazos por última vez antes de caminar fuera del dormitorio y meterse en el continuo. Su sonrisa bañó sus labios cuando observó que el pequeño velo rosa de la cuna que se encontraba en la habitación comenzó a moverse.

Caminando hacia la zona, su sonrisa resplandeció cuando sus ojos conectaron con los ojos azules claros de la preciosa bebé recostada.

"Buenas tardes princesa". Estirando su mano, le acarició su corto cabello rubio. Ella no hizo más que mover sus piernitas y refregar sus ojos adormilados. "Ven aquí".

Sacando al bebé de su cuna, la acurrucó contra su pecho dejando un beso en su frente. Valentina había llegado a su vida hace tan solo cuatro meses siendo una de sus más grandes bendiciones.

Mientras miraba su nariz de botón, recordó como sus propios ojos se habían llenado de lágrimas cuando la prima de Harry se había ofrecido a ser su vientre alquiler. Con Harry habían estado dos años después de su matrimonio buscando la persona indicada, hasta el día en que Amy se presentó con su esposa frente a ellos.

"Soy una mujer sana y la sangre de los styles corre por mis venas, prefiero que el bebé que ustedes tengan nazca con nuestros propios genes que con los de alguien desconocido"

RECUERDOS OLVIDADOS [L.S ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora