minsung

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minho estaba volviendo de una larga jornada de trabajo, luego de que su joven jefe le haya dicho que haga horas extras.

maldito jeongin.

si, digamos que imponía cierto respeto al ser el jefe de aquella empresa.

pero, demonios, ¡era un maldito niño!

minho arrastraba los pies por todo el pasillo hasta llegar hacia la puerta del departamento que compartía con su novio.

al abrir la puerta se encontró a un jisung cabeceando, con un plato de lasagna seguramente frío y una manta cubriendo su delicada anatomía.

al ver esa escena, el corazón de minho se encogió.

caminó hasta aquel chico que causaba que sus mañanas sean felices, y trató de llevarlo hacia su habitación compartida.

--bebé,--susurró en su oído--vamos a la pieza, dormirás más cómodo allí.

--mhm... no, tengo que... esperar a... minnie.--mientras balbuceaba esas palabras, se reacomodaba en aquel incómodo sillón.

minho sonrió ante la ternura que poseía jisung al estar somnoliento.

--soy yo bebé, minho.--murmuró con una sonrisa en su rostro.

jisung al escuchar ese nombre entreabrió uno de sus ojitos para confirmar si lo dicho era verdad.

y lo era.

jisung, al darse cuenta de que era su minho, enganchó sus brazos en el cuello contrario y dejó que este lo cargara.

de camino a la habitación jisung murmuraba cosas como "Lasagna... fría" o "Minnie... cansado" causando que haga cosquillas en su cuello.

amaba esos detalles de su novio.

que en extrema somnolencia, exhausto y decepcionado al darse cuenta que su novio nunca llegó -bueno, cuando el estaba despierto nunca llegó-, se preocupe por el.

joder, si que lo amaba.





uno; porque fue uno el momento único en el que nos conocimos.

lmosma


one shorts;; miruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora