Me encontraba comiendo la asquerosa comida de hospital, me dijeron que tendría que quedarme unos días por observación, Tae y mi mamá estaban a mi lado, tomando un café.
De un momento a otro a mi mama le suena el celular, haciendo que ella salga de la sala, seguro era trabajo, una muy grande coincidencia fue que a los 5 minutos también le sonó a Tae.
-Ya esta aquí?...okey...si si... Perfecto, adiós- Y cortó la llamada.- Bueno, creó que nuestro viaje a Busan se canceló, tengo que irme, nos vemos en un rato- Dijo dándome un beso en la frente para después salir por la puerta blanca.
Ya había terminado de comer, me estaba acomodando cuando siento como tocan la puertas.
-Toc toc, se puede pasar?- Dijo un chico rubio, muy lindo.
-Claro, pasa- Le conteste, no sabia quien era pero sentía que lo conocía, desde hace mucho tiempo.
-Ari, lamentó tanto todo esto, sino me hubiera ido, tu no estarías aquí, soy un estupido, no sabes cuanta falta me haces, ya se lo que quiero, te quiero a ti, quiero una vida contigo, porque te amo, te amo mu- Lo corte.
-Disculpa, es muy lindo lo que dices, pero, no se quien eres, cual es tu nombre?- Le pregunte.
-Que? Aria, estas jugando, no?- Negué con la cabeza.- Ari...Ari, mírame, soy yo, tu mejor amigo, Soy Jimin, no te acuerdas de mi?- Me dijo con sus ojos cristalinos.
-Lo siento mucho, pero no, no lo recuerdo- Le conteste apenada.
-No..No, esto no puede ser...- Dijo con sus manos en la nuca.
-Que sucede?- Pregunto Tae entrando a la habitación.
-Tae, ella no me recuerda, no sabe quien soy- Dijo el chico, (que se llamaba Jimin), mientras caía al suelo con lagrimas en los ojos.
-Ari, enserio no lo recuerdas?- Me pregunto Tae.
-No, lo siento mucho, me gustaría poder hacerlo- Le conteste.
-Llama a los médicos, ahora!- Le dijo Jimin a Tae, acto seguido, el segundo nombrado, salió corriendo en busca de un doctor.
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-Tranquilos, es solo una amnesia temporal, pronto se acordará de todo, no la abrumen, ella sola recordará de a poco-
-Muchas gracias Doctor- Dijeron las tres personas que me acompañaban en la sala.
Me decidí por tomar una siesta, la cabeza me estaba comenzando a doler y necesitaba descansar.
Luego de unas dos horas me desperté, mi madre y Tae no estaban, solo estaba Jimin, acostado en el pequeño sofá que estaba en la sala, tengo que admitir, era muy lindo.
-Despertaste, Princesa- Dijo mirándome con una mirada tierna y melancólica al mismo tiempo.
-Jimin, no?- Le pregunte, el solo asintió muy dolido- Estoy tratando de recordarte, te gustaría ayudarme?- Le dije sentándome un poco el la camilla.
-Claro, como quieres que te ayude?- Dijo sentándose en la silla de al lado de mi cama, mientras tomaba mi mano.
-Me puedes contar como nos conocimos?-
-Claro, princesa- Me dijo con una sonrisa.- Tenia 6 años cuando te vi por primera vez, al principio me pareciste rara, ya que ese día había tenido una caída y tu me ayudaste como si nos conociéramos mucho, de todas formas, me gustó que hicieras eso por mí, de pequeña eras muy linda, tenias el pelo corto y unos ojos divinos, tu fuiste la que me curaste las heridas, parecías saber muy bien lo que hacías...- De esa forma me contó, prácticamente, toda nuestra historia.
-Y porque estabas en Busan?- Le pregunte.
-Porque soy un estupido, lo único que hice fue hacer más problemas, se que no recuerdas, pero el beso que nos dimos, significó mucho para mi, las cosas que siento por ti nunca las sentí por nadie, lamentó haberme ido de esa manera, se que no debía dejarte, estoy muy triste y decepcionado de mi mismo- Me dijo agachando la cabeza.
-Hasta que te das cuenta Park, sinceramente, pensé que cambiarías toda la historia, pero admitiste tu error, estoy orgullosa de ti- Le dije sonriendo mientras acariciaba su mejilla.
-Grac...Espera, te acuerdas de todo!?- Dijo mirándome con los ojos abiertos como dos platos.
-Quizás recordé todo hace un rato, pero fue muy divertido ver como admitías que estabas mal y que me necesitas- Le dije con cara victoriosa.
-Ay Aria...eres una de las personas que mas amo en este mundo- Me dijo poniendo una mano en mi rostro.
-También te amo, estupido- Le conteste.
Los dos nos sonreímos y luego unimos nuestros labios, en un beso tierno, donde solo se notaba el amor que nos teníamos el uno al otro. Nos separamos por falta de aire, juntando nuestras frentes.
Nos miramos por un tiempo, nuestras miradas parecían comunicarse por si sola, sabíamos que estábamos preparados para dar el siguiente paso, para desplegar nuestras alas y volar uno al lado del otro.
El es mi sol, mi mundo enteró, es con la persona que quiero pasar el resto de mi vida, con el puedo ser yo misma, este es un amor que comenzó desde que tenemos 6 años, sabíamos que las cosas terminarían así, por mas que no quisiéramos, los dos siempre tuvimos el mismo secreto guardado.
Con las mejillas teñidas de un color rojo y la voz temblorosa, dije lo único que mi cuerpo y mente me permitió en ese momento.
-Te amo, hoy y siempre-
-Tambien te amo, hoy y siempre-
Continuará..
