⊱ Prólogo ⊰

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La alarma comenzaba a sonar, marcando que la hora era 6:13AM

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La alarma comenzaba a sonar, marcando que la hora era 6:13AM. Dio un pequeño brinquito, cuando su habitación se lleno de ruido. "Ring Ring Ring"

« ¡¿Ya amaneció?! »

Extendió su mano a su despertador/reloj, y apagó el sonido abrumador a sus oidos, no se había dado cuenta de que prácticamente no había dormido nada, no estaba emocionado por asistir a su nueva preparatoria.

Escuchó que alguien tocaba la puerta de su habitación, pese que no estaba cerrada con llave, su madre siempre tocaba antes de entrar — Cariño, abre la puerta por favor —la voz de su madre le asustó.

Cerró su cuaderno cómo si no hacerlo fuera a matarlo. Y escondió su pluma sin percatarse de que tenía tinta en la frente. Pensando que pasaría desapercibido

Lo colocó bajo su almohada — Entra mamá —permitió.

La perilla rodo y se abrió hasta que su madre se dejó ver, una mujer con sus mismos cabellos dorados que él, y unos ojos verdes identificos y profundos, más bien, el se parecía a ella.

Se acercó, y se sentó en la orilla de la cama — Dime que no te quedaste despierto toda la noche.

— No —respondió rápidamente, con una tonalidad nerviosa pero tenue.

Ella extendió su mano, y él se hizo el tonto, entonces ella metió su mano bajo su almohada, y saco el cuaderno.

Adrien suspiro, y entonces rodo los ojos — ¿Cómo puedes darte cuenta de todo? —curoseó, con algo de molestia.

— Es porque tienes tinta en la frente criatura —dijo burlona, y se retiró con el cuaderno, mientras que lo dejaba para que se alistara.

Ella salió de la habitación, y el menor de los Agreste se levantó, de mala gana, pero lo hizo. 

Se dio una ducha rápida, lavo cuidadosamente sus dientes y salió de su pieza directamente abajo, en la cocina, donde su madre y su pequeña hermana le estaban esperando.

— ¿Emocionado por tu primer día? —pregunto su madre. El rió sarcásticamente

La pequeña del hogar, se dedicaba únicamente a comer sus waffles con miel, que su madre había preparado — Es la única escuela que te aceptó. Será mejor que te comportes —sonaba mandona, pero en realidad la pequeña Adriana se preocupaba mucho por su hermano.

— Adri, déjalo —su madre le llamó la atención, y sirvió el desayuno del muchacho. El ahora, único varón de la familia.

⊱ Romρᥱ Lᥲs Pᥙtᥲs Rᥱgᥣᥲs ⊰  Adrinette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora