En disputa

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Había pocas cosas que podrían llamar la atención de Sai pero ese chico lo había hecho.

¿Quien hubiera imaginado que alguien con una belleza tan exótica se encontraría precisamente ahí en Sunagakure?

Él no definitivamente.

Sabaku no Gaara. Así se llamaba el muchacho al cual observaba por el espejo retrovisor de su auto, estacionado en el parking del instituto.

El chico se encontraba a unos cuantos metros de distancia, apoyado en su auto y leyendo un libro.

Repasó su perfil una vez más en esa mañana. Su figura era exquisita, desgarbado pero aún así se le podían notar los músculos bajo su negra camisa. Su piel era clara pero bronceada por los rayos del sol. Su cabello, tan rojo e indomable como el fuego, tapaba sus bellos ojos esmeraldas, tan verdes como la piedra misma y enmarcados por largas y oscuras pestañas. Sus rasgos eran delicados aunque varoniles, haciendo que su rostro pareciera como el de un ángel, no obstante, sabía que su modo de ser distaba mucho de serlo.

-si lo sigues mirando, lo vas a gastar - sonrió ante lo dicho por su primo, quién se encontraba en el lado del pasajero esa mañana.

-el nunca se podrá gastar-dijo sin apartar la vista.

-con tantas miradas que le lanzas, lo dudo.

Sasuke hecho la cabeza hacia atrás, dejándola descansar en el apoya cabezas. Estaba cansado de ver como iban y venían los adolescentes de allí, con comportamientos tan similares a los últimos cuatro días en que los venía viendo.

" ¿Acaso no pueden hablar de otra cosa que no sean fiestas, quejas del colegio o de nosotros? "

Para estas alturas, el pelinegro ya se había arrepentido de aceptar la loca idea de su primo y asistir al instituto. Lo único que lo seguía manteniendo en Sunagakure era Sai porque a pesar de que su primo llegaba a hartarlo demasiadas veces, lo quería como a un hermano menor y notaba como le gustaba estar aquí.

Así que intentaría sobrellevar el tiempo en que se quedaran en el lugar por él, aunque esto nunca se lo diría a Sai.

-entonces que se gaste. No dejaré de mirarlo -mientras decía eso pudo notar el primer cambio en la postura del pelirrojo. Había levantado su mirada y observado a alguien o algo durante unos segundos. Luego volvió a su postura de antes.

Llevado por la curiosidad, Sai se dió la vuelta y siguió el trayecto de la mirada. Lo único que divisó fue un jeep entrando, nada especial. Sin embargo no podía decir lo mismo de quienes iban adentro.

Dos rubios. Conocía a uno o podía suponer quien era. Su olor lo delataba. Naruto Uzumaki. Un licántropo más en ese instituto, uno que parecía no odiar su raza como lo hacía la manada.

Y el otro parecía ser...

- Así que ese es Deidara Uzumaki- dijo Sasuke que había seguido la mirada de Sai, encontrándose con su nuevo compañero de clases acompañado de alguien más.

-vampiro y en compañía de un licántropo.... pues si parece ser el tal Deidara. ¡Se parecen demasiado!-la sorpresa ante lo que sus ojos veían no fue disimulada. Era imposible de que dos razas tan distintas tuvieran un lazo sanguíneo... ¿o no? - ¿Tu crees que sean hermanos o algo?

-claro que no lo son idiota.

-y tu que sabes! A lo mejor un hombre se acostó con una vampiresa y tuvieron un hijo vampiro y luego se acostó con una mujer licántropo y... ¿que? -Sasuke lo miraba con una ceja alzada, preguntándose porque tenía un primo tan idiota.

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⏰ Última actualización: Sep 29, 2019 ⏰

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Entre garras y colmillosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora