Sasori y Deidara

116 7 16
                                    

Disclaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen, son propiedad del junkie Masashi Kishimoto.

Advertencia: General, Amistad y Espiritual.

.

Sasori.

No supo cómo o porqué él estaba ahí, lo último que recordaba era que las marionetas de sus padres le habían atravesado y tiempo después, resucitó y le dio su arte a Kankuro, ¿Por qué reposaba en una celda en la aldea que tanto rechazó?

—No puede ser...—murmuró. Se levantó de la cama y se dirigió al pequeño traga luz que había en la celda, el atardecer se asomaba en el horizonte. Sunagakure parecía tranquila y sin ningún problema, estaba en casa, finalmente.

Caminando un poco tonto hacia la puerta sintió un pinchazo en su pie, vio como un pequeño fragmento de vidrio le había herido el centro.

—Entonces, de nuevo soy humano.

Fue algo que pasó desapercibido, la forma en la que su pecho subía y bajaba por la respiración, el dolor que aquél fragmento minúsculo le causó, le gritaban que todo había pasado, que volvió a ser el mismo.

Un par de pasos se escuchaban fuera de la celda y después de que introdujera la llave, la persona entró: Gaara, el Kazekage.

—Veo que ya despertaste.—Dijo sin mayor importancia y sin cambiar la expresión de su cara.      —He venido para informarte de tu castigo, fue una decisión difícil y aunque eres el responsable del asesinato del tercer Kazekage, tu condena no será ni la pena de muerte ni la cadena perpetua.

Sasori no sabía si sentirse agradecido o qué, ¿Qué haría? De todas formas su abuela había muerto y no le quedaba nadie más en esa aldea.

—Vivirás en esta celda por los próximos dos años y si tu conducta es positiva, cambiaré la sentencia. Harás trabajo social en la aldea, por supuesto, estarás escoltado por unos cuantos shinobis.

El otro pelirrojo asintió, no tenía sentido revelarse o protestar, tuvo suficiente en sus días de renegado. Quizá y solo esta vez, podría hacer las cosas diferentes.

—Eso es todo.— dijo Gaara. —¿Algo que se te ofrezca?

Sasori suspiró y pensó un poco, quizá y era una petición muy estúpida pero no podía evadir esa duda de su cabeza.

—¿Sabes algo de mi compañero, Deidara?

—Murió peleando en contra del hermano de Itachi, Sasuke Uchiha.-—Vaya, Sasori en su interior sabía que cada uno de sus camaradas terminarían así, caerían uno por uno hasta que Akatsuki fuese recordado como un momento oscuro en la historia shinobi. —Sin embargo, al parecer también fue revivido y está prisionero en Iwagakure. No creo que haya probabilidades de que lo vuelvas a ver, ni tú ni él podrán salir de las aldeas.

—Entiendo.—no era necesariamente lo que pediría, saber que aquél rubio con el que peleaba estaba vivo, era lo que le hizo esbozar una pequeña sonrisa. —Muchas gracias por todo.

—De nada.—respondió Gaara y salió de la celda cerrándola tras él.

Sasori sabía que le debía mucho a Gaara, el no darle una sentencia cruel como lo merecía mostraba la bondad del líder de la Aldea.

MemoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora