Sábado en la noche, sin nada qué hacer más que escuchar los "regaños", por decirlo de alguna manera, de sus dos amigas, sus únicas amigas; "Gracias al cielo" pensaba Sherlock muchas veces, ya que con ellas tenía suficiente.
-No puedes simplemente quedarte aquí con toda esta basura-Le decía Irene señalando algunos libros que estaban tirados, recientemente leídos por Sherlock-Además, todo el mundo sabe que Katzenbach y Stephen King son de los mejores.
Sherlock rodó los ojos bajando el libro para mirar a su amiga.- Sólo lo leo para analizarlo, no es como si realmente lo estuviera disfrutando.
-Aún así -Continuó Irene- No puedes quedarte aquí, adherido al piso de tu habitación, para siempre. Dile tú, Molly.
Irene cruzó los brazos y miró a Molly junto a ella, que estaba revisando algunos aputes que tenía Sherlock en unos cuadernos.- Ella tiene razón, Sherlock. Al menos sal con nosotras hoy, si no te gusta podemos regresarte aquí sin problemas.
-A menos que me encuentre una chica por ahí, ya sabes. Entonces Molly será la que te traiga de vuelta.
Sherlock suspiró y cerró el libro. Meditándolo un momento.
-¿Sabes? Víctor Trevor estará ahí -Le dijo Molly con una sonrisita.
Sherlock abrió mucho los ojos, mirando a otra parte, lejos de los ojos-convencedores de sus amigas.
-Bien, sólo lo haré para que me dejen en paz, ¿De acuerdo?
Ambas chicas sonrieron y asintieron.
-Bien, entonces levanta tu lindo trasero de ahí y vamos.-Le dijo Irene, Sherlock solo bufó en respuesta.
Los tres salieron de la habitación de Sherlock, de la casa y subieron al auto de Irene, un Cadillac Coupe De Ville negro de 1962, sus padres se lo obsequiaron cuando cumplió diecinueve años, podría decirse que quería más a ese auto que a cualquiera de sus ex novias.
Era una linda noche de verano, había algo de viento así que el calor no era tan agobiante, y las estrellas lucían claras y hermosas haciendo contraste con el oscuro cielo. Irene condució un par de kilómetros hasta estacionarse en una casa de dos pisos, dónde claramente se veía que había una gran fiesta de adolecentes/adultos jóvenes. Música alta, gente besuqueándose, posiblemente ebria... "Qué maravilloso lugar" pensaba Sherlock.
Una vez estacionados salieron del auto y se dirigieron hacia la casa, si no estuvieran tan ebrios, muchos se abrian sorpendido de ver al "freak" en un lugar cómo ese. Y Sherlock, de no buscar a cierto pelirrojo con la mirada, habría deducido a la mitad de esas personas en un parpadeo.
"Padres divorciados"
"Recién salido de la correccional"
"Capitán del equipo de Rugby"
"Drogadicto"
Fueron algunas cosas que alcanzó a notar inconcientemente de varias personas reunidas ahí. Pero el sólo se preguntaba por Victor.
-Tranquilo- Le dijo Irene repentinamente, adivonándole el pensamiento.- Saldrá al escenario en unos minutos, debe de estar preparándose.
Sherlock asintió.
Finalmente el escenario improvisado se iluminó, dejando ver la batería entre otros instrumentos y el micrófono en medio, dónde se posicionó un pelirrojo que Sherlock reconoció al instante, al verlo su pulso se aceleró y su rostro tomó un ligero tono rosado.
Víctor miró a Sherlock en el centro de toda aquella gente, se sorprendió de verlo ahí, pero luego le dedicó una sonrisa. Sherlock dió gracias que las luces multicolor no dejarán ver el tono carmesí de sus mejillas. Finalmente empezaron a tocar y Víctor dejó salir su voz acorde a la melodía, Sherlock pensaba que, hasta ahora, nunca había escuchado una voz tan maravillosa.
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Love Me Like You Do [Teenlock]
FanfictionSherlock sólo quería quedarse en su casa un sábado por la noche.