TODO POR SOBREVIVIR

4.2019, LA VERDAD

Íbamos dos años en este entrenamiento, tengo 19 años y los demás también. Nos ponían misiones que nos agotaban, como salir de la base y capturar aliens para que los examinaran, estas misiones nos llevaban al límite, pero a mí, personalmente, me daba igual, yo sabía que pronto todo se complicaría y que deberíamos estar preparados para todo. No sabemos casi nada de estos aliens, no sabemos si son muchos o son pocos, y si lo sabemos dudo mucho que el ejército vaya a decirnos algo sobre el tema.

-eh, Vanessa ¿en qué piensas?-me dice Álvaro sacando de mis pensamientos.

-en nada, ¿ya has acabado la prueba?-hemos hecho una prueba de fuerza por turnos y yo he sido primera, al acabarla me han dicho que venga aquí, a la cafetería, y veo que Álvaro también se lo han dicho.

-sí, ahora le toca a Paola y creo que va a superarla-en estos últimos dos años nos habíamos hecho más fuertes de lo que éramos

-yo también creo que lo hará bien.-me dijo Álvaro que se estaba yendo

-voy por algo de comer y vuelvo ¿quieres algo?

-no, gracias.

Álvaro se va y yo me quedo sola de nuevo con mis pensamientos, ¿mi hermano Nicolás estará bien? Espero que sí. Llevo mucho sin saber de él.

-eh, ¿Qué hace ese perro aquí?-se quejó un guardia-que alguien lo saque, soy *estornuda* soy alérgico.

¿Perro?

-¡Riley! ¡Vuelve aquí!- es la voz de Ann, ella le seguía sin parar por toda la cafetería y Riley corría por la debajo de las mesas creando un enfado general en todos los presentes allí. Riley acabo subiendo a la mesa donde estaba sentada justo cuando Álvaro llego.

-¿pero él no estaba en su habitación?-

-si-responde Ann cogiendo aire-pero al entrar a la habitación a dejar una maleta, se ha escapado.

-sáquenlo de aquí-

Resulta que por culpa de Riley nos han echado de la cafetería. Nos dirigimos a la habitación cuando un hombre, con varias medallas en el pecho, nos obliga a detenernos. Riley empieza a ladrarle, está muy alterado, pero, ¿Por qué? No tiene motivos, ¿o sí?

-¿y ese perro?-nos pregunta el hombre

-no se preocupe, ya lo llevamos a la habitación.

-eso espero.-

Tras decir esto el hombre siguió su camino. Me fije en que tenía mala cara y andaba con varias dificultades.

Ese día fue agotador. Las chicas y yo nos despedimos de Álvaro, el cual, al ser chico, tenía que dormir con el resto de hombres y nos dirigimos a nuestra habitación

-que cansada estoy.-se queja nury y Paola al unísono

-vamos a intentar dormir lo máximo que podamos ¿de acuerdo?

-si- dijeron ellas, luego apagamos la luz y nos dormimos.

Me desperté en la noche. Había tenido mal sueño y me di cuenta de que necesitaba ir al baño. Sin pensarlo salí de mi cama y me dirigí al cuarto del baño, el cual, estaba en el pasillo.

Veo una luz al final del pasillo, es la luz del baño, alguien se la han dejado encendida. Me dirigí al baño dispuesta a entrar cuando me di cuenta de que estaba cerrada pero la luz salía por debajo de la puerta.

-¿le falta mucho?-pregunto llamando a la puerta sin recibir respuesta alguna, me extraño un poco. Llamo más fuerte pero sigo sin tener respuesta, sin pensarlo abro la puerta y veo algo que me deja muy...muy...muy... asustada.

En el baño está el hombre que andaba mal, tenía una especie de huevo alien en su interior, Riley le ladro porque él por ser perro detecto esto

-¿e-está usted bien?- que clase de pregunta es esa, obviamente no se veía bien.

El señor solo se voltea hacia mí y está dispuesto a lanzarse a mí, si no es porque saque rápido la pistola y le dispare haciendo que su cadáver y sangre me cayeran encima, por suerte no desperté a nadie por tener silenciador en mi arma, al ver esta escena me dio tanta repugnancia que vomite. Confundida, cojo el cadáver aun con ese huevo y lo llevo a los generales que por cierto estaban despiertos sin que yo entendiera el porqué.

-señores, ¡¿me pueden explicar esto?!-dije lanzando el cadáver en el centro del lugar

-¿d-donde lo encontraste?-dijo un general asqueado pero sorprendido

-en el baño, lo que me parece raro es que al parecer no tenía conciencia y me ataco-

-pero lo mataste, lo hubieras herido y ya mocosa, así lo usaríamos para investigar

-¿acaso no importo que casi me mata?-dije con cara de incredibilidad

-no, acá solo nos importa los aliens

-me iré a dormir-me despedí de ellos como militar, pero antes de salir

-¡alto!-

-¿Qué paso, señor?

-queremos hacerte exámenes para saber que no estés infectada

-vale.

Después de tres días de exámenes por fin me habían dejado ir, pero lo que ellos no sabían es que mientras los exámenes cogí un sobre que estaba en la mesa de la doctora... Al llegar afuera de los dormitorios están mis amigos ahí preocupados, me acerco a ellos

-hola chicos, ¿Qué ha pasado para que estén así?- al decir esto se lanzaron a abrasarme

-¡¿Dónde estuviste estos tres días, en una misión, sin nosotros?!-dijeron al tiempo

-tranquilos, lo que paso fue...-les conté lo sucedido y el sobre que me encontré.

-pero lo bueno es que ya estás bien.-dijo nury aliviada

-vemos lo que hay en ese sobre-decían las chicas entusiasmadas mientras que Álvaro no estaba de acuerdo

-vamos Álvaro.-le dijo Ann y Paola haciendo pucheros, nury y yo solo esperábamos a que lo convencieran.

-está bien.-dijo ya cansado de tanta intensidad.

Nos fuimos a atrás de los dormitorios, al abrir el sobre empiezo a leer:

'los experimentos humanos no han dado frutos, necesitamos más soldados fuertes que recistan a tal dolor que el experimento produce *vemos en el documento, imágenes de soldados que son inyectados con un suero raro, a continuación hay otra foto de que soldados con el huevo que le vi a aquel hombre* la única que puede resolver este caos es la doctora desaparecida'

-estos bastardo aceptaron entrenarnos solo para después experimentar con nosotros...-dije enfurecida.

-para eso la prueba de hace unos días.-Ann se veía decepcionada

-no les daremos el placer.-Álvaro decidido se paró y nos explicó el plan.

El plan consistía en escaparnos de noche y coger toda arma, munición y comida que pudiéramos poner en mochilas que cada uno llevaría, Ann y yo nos encargaríamos de las armas, Nury y Paola de la comida y Álvaro de más documentos que se encontrara.

Ann y yo nos dirigimos arsenal de armas y cogimos todo lo que encontramos, rifles, municiones, cuchillos etc...

-¿Por qué tantas armas?-nos preguntó el soldado a cargo

-los generales las necesitan-dije sin ningún rodeo, dicho esto nos dejó ir.

Al finalizar el día todos nos reunimos donde lo acordamos.

-desde hoy dejamos de ser soldados...