Capítulo 1

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Hailey

—Ha sido agotador, ¿a quién se le ocurre hacernos esta tortura un ¡lunes por la mañana!? –se quejo Joe. Habíamos tenido gimnasia y nuestra querida y amada profesora Ford (nótese el sarcasmo) nos hizo correr cinco kilómetros y jugar al balón prisionero.

—A la profesora Ford. – respondí con indiferencia – Creo que alguien tuvo otro plantón con una de sus citas que conoce en Tinder, así que para clamar su mal de amores como de costumbre tenemos que pagarlo nosotros.

Nos dirigíamos en dirección a los vestuarios a cambiarnos los uniformes de gimnasia para en su lugar vestirnos con los uniformes del instituto.

—Estamos condenados – dijo en tono burlón –Bueno creo que aquí nos separamos, te veo luego Hailey –me beso la frente y se adentro en el vestuario de chicos.

Joe siempre lo he considerado como un hermano. Desde que éramos pequeños siempre ha estado para mi como yo he estado para él. Lo aprecio mucho, eso también se debe a que hace un tiempo tuve un cierto flechazo con el pero ya está más que superado.

Al salir de los vestuarios de chicas, me dirigí a mi taquilla a coger algunos libros para las siguientes clases y dejar los de las anteriores. De repente note como un par de manos se posaban en mis hombros.

—Hola nerd –no tengo que girarme para saber que se trata de Chad.

—A que se debe tu presencia, –me giro para encararlo y mirarlo fijamente a los ojos. No voy a negar lo inevitable, este chico es demasiado atractivo, lástima que su estupidez le quite lo atractivo – si quieres que te haga otra vez los ejercicios de matemáticas, lo siento pero no tengo tiempo ni ganas de ayudarte otra vez.

—¿Por qué piensas que cada vez que se acerco a ti es porque quiero algo –dijo con el ceño levemente fruncido.

—Porque es verdad, ¿tal vez ? –dije con tono obvio y enarcando las cejas. Chad siempre se me acercaba para que le haga sus ejercicios de matemáticas. Los padres de Chad son muy amigos de mis padres, lo que significa que tenemos llevarnos bien. Pero claro mis queridos padres se les ocurrió la maravillosa idea de decirle a Chad qué si necesitaba ayuda con cosas del instituto, viniera a mi pero él se ha aprovechado un par de veces para que termine haciéndole los ejercicios de matemáticas.

—Me dueles Hailey –contestó llevándose una mano al pecho fingiendo estar indignado –solo pretendía ser amable contigo y avisarte que hoy me toca llevarte después de clases.

—¿Amable tú?, por favor eso no te lo crees ni tú y como es eso de que me tienes que llevar tú a la salida.

—Pruébame y verás. –noté un poco de burla en su voz, mientras se acercaba a mi invadiendo mi espacio personal –Tú madre llamó a la mía para avisarme que van hacer otra vez esa cosa de una comida familiar o como ellos la llaman.

Lo empuje para que se apartará de mí —Esta bien, te espero en la salida —me empecé a alejar de él para dirigirme a mi siguiente clase. Física, como adoro esa materia (y de nuevo nótese el sarcasmo).

—Esta historia es increíble, necesito que actualicen ya el siguiente capítulo. Se ha quedado en una parte interesante –comenta Joe.

—Y tanto, seguro que el siguiente capítulo contiene escenas no aptas para menores –observé a Lena con un brillo en sus ojos, conociéndola se que ese brillo es de curiosidad.

—Las escenas +18 que contiene este libro son muy detallistas y me encantan, tienen a todo el instituto enganchados –dijo Joe con una sonrisa y yo no pude evitar sonreír. Todos o casi todos en este instituto, leen mi historia y no puedo evitar sentirme demasiado bien. Pensé que qué no iba a llegar tan lejos y lo acaben leyendo todos, incluso Lena y Joe que eran muy estrictos a la hora de elegir un libro.

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