Paula

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Después que le conté a Sergio que estaba embarazada me consiente mucho, llevo aproximadamente 2 meses de embarazada y los primeros meses son vital en el embarazo, me decía que tenía que comer saludable y que no podía hacer fuerzas mayores y todas esas cosas, yo igual hacía varias y me salía con la mía pero no me estaba dando cuenta que eso le podía afectar a mi hijo/a.

A la mañana siguiente de contarle a Sergio, me levanto como es costumbre, me dirijo a la cocina y me pongo a preparar tranquilamente el desayuno.

Paula se ha levantado y me mira a los ojos fijamente, pregunta: —madre, ¿por qué en el baño hay un termómetro en una caja?, si ya tenemos unos pares?—.
Obviamente no es un termómetro es la prueba de embarazo que había comprado Helsinki y me la traje de recuerdo, la había puesto en el baño, pero no recordaba que paula aún no sabía que iba tener un hermano/a, no sabía que inventar y no le quería mentir.

—ven acá paula—le dije con un tono sutil. Le conté despacio lo que había ocurrido y que mamá ya está grandecita y puede tener más hijitos. Me miro con una mirada de ternura que no me quedo más y la abracé.

—cuentas conmigo mamá, y espero que sea niña para que juegue de muñecas conmigo.

𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐞𝐬𝐨𝐫𝐚/𝐑𝐚𝐪𝐮𝐞𝐥 𝐌𝐮𝐫𝐢𝐥𝐥𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora