Era una tarde de sábado lluviosa, Eddie se encontraba con Richie en su garaje leyendo revistas mientras escuchaban algo de música, Eddie estaba algo sofocado pues amaba a Richie, pero tenia miedo de que el no se lo profesara de esa misma forma. En ese mismo momento tras un instante vacilando decidió hacérselo saber.-Richie, hay algo que me gustaría decirte- dijo débilmente Eddie y acto seguido usó su inhalador para evitar que el sofoque fuera a más. Richie se ajustó las gafas, le sonrió y dijo-Eddie yo también te... te amo.-Dijo entrecortadamente Richie mientras se sonrojaba. Durante un instante que para ellos duró mucho más de lo que en realidad fue, se miraron sonriendo, y de seguido se acercaron, se abrazaron cómo nunca antes habían hecho y se besaron. Su beso fue una unión digna de dioses un placer que parecía inalcanzable para alguien que no fueran ellos, era como si les dieran a probar de un elixir divino del que sólo ellos podían probar. Se separaron y se miraron mientra sonreían y Richie dijo- te amo semiespagethi- a lo que Eddie respondió - y yo a ti, bocazas.
Entonces volvieron a leer sus revistas algo extasiados de la realidad pues lo que acababa de suceder no parecía creíble para ninguno. -Eddie-dijo Richie. -¿Que?- Le respondió este. Richie se acercó muy decidido tomó su inhalador y lo usó, lo abrazó y le besó otra vez este beso fue mejor que el anterior más intenso y duradero pues el nerviosismo de antes se había desvanecido y la atmósfera desde ese instante era mucho más pasional,cálida y acogedora. Entonces Richie se puso ha hablar con su voz de Negrito - Se'or Eddie, ¿que'ia salí con un neg'uito cómo yo se'or?-
A lo que Eddie respondió con otro beso. Y este volvió a usar su inhalador.
-Bueno Richie ne voy a casa que mi madre se preocupa- dijo Eddie. -Vale monin, pero no le digas lo nuestro que si no te va a mandar muchos medicamentos para evitar las infecciones.- Dijo Richie con voz de señorita. -Oye mañana mi casa está vacía. - Le guiñó un ojo a lo que Eddie respondió con una sonrisa, cogió su bicicleta y se marchó mientas Eddie le miraba el culo obcecado.