Capítulo:18

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-Yoonie... -llama él elevando su rostro hacia el mayor. Puede sentir la respiración suave en su pecho, mientras con una mano brinda caricias en su cintura.

-¿Mmm? - dice YoonGi. El cielo está adornado de nubes con diferentes tamaños y formas.

El cantar de los pájaros decora como fondo musical el paisaje. YoonGi está recostado en el césped y el menor también lo está pero con su
cabeza recostada en su pecho.

-¿Puedo tomar tu mano? -se escucha decir, tan bajo y suave que al pelinegro le es difícil escuchar. Suelta una sonrisa y baja la vista hacia el menor, quien con aquellos ojos almendrados está observándolo con amor.

YoonGi no contesta aquello, solo desliza su mano por el brazo de Jimin hasta llegar a su mano.

Su piel es tan delicada y suave que el pelinegro pasaría todo el día tocando de ella.

Toma su mano y en un dulce gesto entrelaza sus dedos, haciendo que a Jimin se le escape una risita boba y bese su mejilla.

Al menor le gusta jugar con sus manos, pues éstas son fuertes y firmes, acompañadas también de unas cuantas cicatrices, siendo testigas de antiguas peleas callejeras e historias del pasado que a Jimin le hubiese gustado saber.

No es como si no supiese nada de él, pero habían comentarios o anécdotas que YoonGi prefería omitir sobre sí mismo.

Como lo que era o lo que hacía antes de conocerse.
Jimin levanta su torso y recuesta su pecho encima del de YoonGi, éste se sorprende por un momento pero de inmediato toma las caderas del menor. El menor reposa su mentón en sus brazos mientras mantiene una conexión de miradas
con la del mayor.

Solamente en uno, como si fuesen
solo uno.

Las palabras no son necesarias, la química que hay entre ambos es notoria y no es necesario decir algo para saber qué es lo que ambos sienten. YoonGi acaricia el rostro del menor, éste de inmediato se sonroja mientras siente el dedo cálido de YoonGi tocarlo con delicadeza y tomar sus cabello en suaves caricias.

Jimin cierra sus ojos disfrutando del toque. YoonGi agradece que lo haya hecho porque esta observándolo como un tonto maravillado, pues éste es un niño hermoso y delicado.

La corona de frores lila que adorna su cabello lo hacen verlo aun más tierno y de porcelana.

El pelinegro siente un dolor en su pecho, uno indescifrable y lleno de soledad en el que hace años venía estando sintiendo.

Pero esta vez era diferente, éste es sensible y melancólico; se pregunta qué es esto que está sintiendo, qué es aquella sensación eléctrica que corre por su cuerpo.

No entiende la batalla guerrillera de sus pensamientos, tampoco entiende del porqué cuando está con Jimin se siente seguro.

Es una sensación mezclada con sentimientos extraños y bonitos, por primera vez en su vida cree sentirse completo y seguro.

Se siente agobiado por ello, su respiración se entrecorta y su corazón se oprime.

Aquel sentimiento es hermoso, estando cerca de Jimin se siente amado y seguro.

Seguro, a salvo, como si estuviese en
casa.

Jimin levanta su cabeza y opaca la vista del cielo que ahora YoonGi estaba viendo.

Sus miradas vuelven a encontrarse y en el rostro inocente de Jimin puede revelarse un amor que no tiene miedo de demostrar y no se siente inseguro de hacerlo tampoco.

El pelinegro muerde levemente su labio, el rostro del menor está a una distancia tan corta con la de él, puede ver cada una de sus delicadas facciones detenidamente y siente como su respiración se va entrelazando con la suya.

슈짐 Posesivo →y.m [ ̶a̶̶d̶̶a̶̶p̶̶t̶̶a̶̶c̶̶i̶̶ó̶̶n̶ ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora