|Negro Azulado|

Capítulo 1 (Parte única)

Disclaimer: Naruto y los Akatsuki no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishidrogas.

Advertencia: Au, Shonen-ai, Kisame x Itachi.

*Richard Tragger: personaje del vídeo juego Outlast.

*Tetsuo: Protagonista del manga y anime Akira.

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—Oye Itachi-san.

—¿Si?—respondió el mencionado desde la cocina. Kisame se acercó a él y llevaba una curiosa criatura en sus manos.

—¿Por qué hay un perro en la casa?—Kisame cargaba a la bola de pelos en una sola mano, era tan pequeño que lo veía como uno de esos peluches que regalaban en los concursos de las ferias.

—Pensé que sería lindo tener más compañía—. Le respondió con indulgencia mientras servía el té en un par de tazas. —¿No te gustó?

Kisame miró con indiferencia al pequeño costal de pulgas, realmente no le producía ni ternura ni nada, tampoco le desagradaba.

—No es eso... Es que no sé cómo cuidar uno, jamás tuve mascotas en el pueblo.

Itachi sonrió, en su interior sabía que Kisame tenía un lado muy protector y terminaría cuidando al perro.—No es muy difícil, es como convivir con un bebé.

—Itachi, si no tengo experiencia con animales mucho menos con niños—. Y río levemente, él siempre fue un hombre muy solitario, apenas y creó vínculos con otros seres vivos y los únicos que más le simpatizaban eran los tiburones e Itachi, nada más.

—Te acostumbrarás, yo lo sé y lo querrás al final.—el Uchiha tomó la taza de té y dio un sorbo.

oOo

Ese día el menor había salido a la ciudad a hacer unas cosas, Kisame despertó y preparó su desayuno, Itachi solía comer más saludable y eso a él no le sustentaba en lo absoluto, máximo unas dos horas y luego su estómago rugía por más.

Llegó a la cocina, frió un par de huevos y tocino, se preparó un café y tomó asiento en el comedor, mientras veía las noticias sin nada especial que ofrecer ese día.

Estaba tan tranquilo hasta que algo le sacó de sus casillas: un ladrido.

Kisame miró a la bola de pelos que estaba frente a él viéndolo desde abajo, ¿Ahora qué quería?

—Oye, Itachi-san te ha dejado comida en el plato seguramente, ve para allá.—Le ordenó, por supuesto el animal ni se inmutó.—Ah, ya veo, quieres mi tocino... Pues no, ve y comprate el tuyo.

Cruel y felizmente siguió comiendo su desayuno solo para escuchar un par de chillidos provenientes del animal, ¿Debería importarle? No, claro que no. Los perros comían comida de perros no de humanos, además Itachi le aconsejó no darle nada de carne.

"Lo quieres hacer vegetariano igual que tú, ¿no, Itachi-san?".

Recordó que Itachi solo le observó fijamente porque no le pareció gracioso el comentario, Kisame entonces pensó en su pequeña venganza.

Se levantó del comedor y abrió el frigorífico, sacó unas pequeñas rebanadas de salchicha y fue a servirlas al plato del perro.

—Que sea nuestro secreto, eh. Si Itachi-san se entera me matará.

El día había transcurrido con normalidad, Kisame se dedicó a terminar de colocar unas lámparas en la casa, andaba de un lugar a otro y notó una pequeña presencia que le perseguía.