Parte 5

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El hedor presente en el ambiente hizo que quisiera vomitar. Trate de levantarme, pero me dolía horrible la cabeza; adjudique que había sido la toxica mezcla del día anterior. Frió, era otra de las sensaciones que experimentaba mi cuerpo; no era un frió normal, era como si no llevara ropa. Rápidamente revise, en efecto faltaban algunas prendas de mi cuerpo como reloj y joyas; mis ropas estaban desgarradas y en dolor agudo en mi pelvis  no daba buenas señales.

Me cubrí todo lo que pude, pero aun así tenia mucho frío. Busque con la mirada mi bolso, más no lo hallé. Intente ponerme de pie, pero caí a bruces al piso, la fuerza en mis piernas había desaparecido pero no en su totalidad. 

Salí de aquel feo y horrible lugar, camine sin rumbo hasta una parada de autobuses, pero mis piernas con cada paso se hacían mas débiles... lo último que llega a mis ojos antes de quedar inconsciente es como alguien me pregunta un par de cosas, pero de mi solo salen susurros. Antes de caer me toma en sus brazos y me pierdo en recuerdos hechos sueños.

Narra Tyler

Se me hacia tarde para llegar al trabajo ya; corrí lo mas rápido que pude a la parada de autobuses, pero me detuve en la peculiar, familiar y perdida mirada de un joven que intentaba mantenerse de pie; me perdí en ella y fui disminuyendo el paso. Me acerque de manera cuidadosa y precavida, esperando cualquier movimiento en defensa.

- ¿ Como te llamas?- pregunte más, no hubo respuesta.- ¿Estas bien?- volví a preguntar y con el  poco aliento de consciencia que le quedaba susurro un - Ayúdame...

Seguí tratando de comunicarme pero fue en vano. Su aspecto estaba descuidado, sus ropas estaban desgarradas, ella estaba sucia y su cabello era un desastre; su apariencia me dice que no ha pasado una buena noche.

Me cuestiono unos minutos sobre si me la llevo o si la dejo ahí donde justo la encontré. Pienso fervientemente en la segunda opción, pero la miro y la veo tan frágil, tan dañada, tan... vulnerable.

La tomo en mis brazos y llamo a un taxi, la quiero ayudar... por aquello que nunca pude hacer por Grecia, mi mejor amiga.

Narra Grecia

-¡No, no, no!!!!- es de lo ultimo de tengo constancia; había pasado... aquel viejo bastardo me violo.

Despierto agitada por tal realidad y  me siento asqueada de mi, de lo que paso; de la vida por injusta. Observo todo a mi alrededor y soy consciente de que no estoy en el parque como hace unas horas; estoy en una cama tal y cual recuerdo, pero a mi derecha hay una puerta abierta con la luz encendida y a mi izquierda hay ropa limpia, no de mujer sino de hombre más una toalla. Insegura observo todo a mi alrededor y busco con la mirada algún objeto que me ayude a defenderme de cualquier persona que pueda hacerme
mas daño.  A mi lado derecho había una lampara, la tome con manos temblorosas y salí de la habitación. Habia un angosto y estrecho pasillo que me quedaba por recorrer. Al final de este había mas claridad, a mi lado izquierdo estaba la cocina, de frente estaba la sala de estar y a mi lado derecho había un pequeño y acogedor balcón. Revise el área y por el aspecto medio me calme, pero aun así estaba nerviosa. Me acerque al balcón y mire hacia los alrededores. 

-Conozco el área, si camino un par de cuadras llego al...

_ Ya despertaste.- una voz profunda y varonil inundo la habitación, de inmediato el nerviosismo calo hasta lo mas profundo de mi ser. Me voltee de una manera tan veloz que me maree y por una milésima de segundo perdí el equilibrio. Tome unas respiraciones rápidas para mantenerme fuerte. Trato de enfocar a la persona que tengo de frente mientras mantengo mi postura de defensa.

- No te voy a dañar, ahí esta la puerta eres libre... pero no te vallas sin antes permitirme ayudarte... por favor..- esas fueron sus palabras antes de extenderme su mano.

Lo pensé considerablemente y por un momento quise hacer lo de siempre, creer que soy fuerte, hacerlo sola, creer que puedo cuando se que no es así; y por primera vez en mucho tiempo tome la mano que me extendían como ayuda, pero no solo eso me desplome... me desahogue por todo lo que he pasado y he tenido que tragarme la sopa, aprender a vivir con la indiferencia de todos, pero sobretodo la mía.

-Tranquila; todo estará bien...- me susurraba aquel extraño mientras lloraba en sus hombros. Ese momento me hizo trasladarme a mi infancia, el como mi papa me cuidaba, y también los recuerdos de las veces que llore en silencio en mi habitación porque era infeliz, porque daba mi cuerpo solo para tratar de encontrar ese amor que en mi vida faltaba. Llore, llore con todas las fuerzas que aun me quedaban, saque mi corazón en ese momento para que latiera de una manera distinta, para que respirara, descansara, para que sacara todo eso que llevo guardando por mas de 12 años, me hice trisas en brazos de aquel que resulto ser mi ángel.

2 horas después

Dos horas fueron las que gaste de mi vida, haciendo lo que en 12 años no hice, y después de ese tiempo me senti mas debil pero mucho mejor. Mi salvador (de cual aun no conozco su nombre) me dejo que tomara una ducha,  y asi lo hice. Dure una hora en la ducha, tratando de sacar todo de mi, no solo una noche sino una vida. Me propuse cambiar por mi y por lo que me queda vivir.

Después de vestirme salí a sala y en el comedor me esperaba mi salvador sonriente y un plato de sopa en la mesa. A su lado había una pastilla y un vaso de agua. Me senté frente a el, tome la pastilla y  empece a comerme la sopa. -Ummm- saboree la exquisitez que mi salvador me había servido. Trate del resto del tiempo disfrutar de la sopa, pero la atenta mirada de el me interrumpía, hasta que hablo.

-Se que sonara extraño, pero me resultas conocida de algún lugar....- comento observándome mas detalladamente si es que eso se podía. Cuando termine de saborear el  bocado que tenia en la boca, hable, decidí ignorar por completo su comentario; porque yo también sentía lo mismo

- A propósito, ¿Como te llamas?- pregunte con mi vista en el plato dubitativa.

- ¡Claro, que torpe!- se reprendió a si mismo- Hola, mi nombre es Tyler Clarence.

Al escuchar ese nombre me paralice por completo, la comida que pasaba en ese momento por mi laringe paso a mi esófago y me atore, que digo atorar, casi me ahogo. Con su ayuda en par de minutos ya me había recompuesto; lo mire expectante... 

- ¿Dijiste Tyler Clarence...?- pregunte. Este asintió sonriente, satisfecho...

- Y puedo apostar mi vida a que eres la Pequeña Grici.- dijo Ty; en efecto si era el.

Salte a el con lagrimas en los ojos y los abrace con tanta fuerza que temo romperle una costilla y el llanto volvió a hacer acto de presencia por segunda vez en el día. Me separe de el, lo analice de arriba abajo, no podía creer que era el. Mi mejor amigo se había vuelto lindo, mas alto, responsable, con corazón... pero sobretodo tenia esa mirada que tanto me gustaba; esa que ocultaba tantas cosas... pero había cambiado, no del todo pero si había cambiado.

- Tenemos que hablar.- y con esa frase di paso a una nueva etapa de mi vida, dejando atrás un horrible día y dándole paso a grandes memorias, crecimientos y personas maravillosas.

- y con esa frase di paso a una nueva etapa de mi vida, dejando atrás un horrible día y dándole paso a grandes memorias, crecimientos y personas maravillosas

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⏰ Última actualización: Jun 09, 2020 ⏰

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Grecia, Viviendo al LimiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora