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Era 1968 por lo cual podría significar una sola cosa: nuevo album de the beatles. El cuarteto estrella de Liverpool se reunirían una vez más en el estudio, como era usual.

Lo que no fue casual y pasó inavertido para los miembros de la banda era aquella mujer de rasgos asiáticos caminando a la par de su lider.

"Chicos esta es Yoko Ono, mi pareja".

Tanto George como Ringo mantuvieron muecas en sus labios al momento de estrechar la mano de la fémina. Sin embargo, Paul no se acercó, cosa que no pasó por alto aquel castaño de ojos pequeños.

A pesar de todo esto, los días de grabación comenzaron, y la banda dió manos a la obra para perfeccionar las numerosas canciones que el famodo dúo Lennon/McCartney escribieron durante el retiro espiritual a la India. Cada uno alrededor de aquella sala yacían con sus respectivos instrumentos haciendo que estos sonaran al ritmo de la letra "Martha My Dear"; canción que parecía cursi o empalagosa a los oídos de todos, menos de Paul.

Se enojaba de sobremanera cada vez que Lennon se burlaba entre toma y toma, llegando a escuchar las opiniones sarcásticas y ácidas cortesía del castaño. ¡Y para colmo aquella chica japonesa se reía sin ningún respeto!.

En respuesta, Paul solo inhalaba lo más profundo que sus pulmones pudiesen permitir y se encerraba junto a George Martin para escuchar las tomas que realizaban.

***

Los días transcurrieron en semanas, y la banda que alguna vez grabó su disco debút al tiempo recórd de sólo un día, ahora parecía que de un momento a otro tirarían su nuevo album por la basura en vez de seguir trabajándolo ante esas condiciones.

La tensión lideraba la atmósfera, y las peleas entre los integrantes se hacían cada vez más acalorada. Los empleados de Apple Records no entendían como es que todavía no se habían agarrado a golpes; poco les faltaba para llegar a la violencia física, lo veían venir.

Paul se convirtió en un obsesivo perfeccionista y por lo tanto pretendía adueñarse de la manera en que sus compañeros tocaban, hablaban o cantaban, quería controlar todo y eso le enfurecía a John como nunca. En estos momentos se encontraban en aquel espacio de grabación, trabajando en otra pieza creada por el de ojos hazel, "Ob-La-di, Ob-La-da". Canción que estaba sacando de casillas al castaño, puesto que, llevaban más de una hora y media repitiendo los mismos acordes simplemente porque a la princesita no le convencía del todo la forma en que empezaría dicha melodía.

Con la furía e impaciencia que caracterizaba al lider del grupo, se levantó de aquella esquina donde se encontraba en compañia de Yoko y se dirigió al piano de cola que descansaba a un lado de él. Tomó asiento y cerró sus ojos para ganar concentración o para evitar mirar a cualquier persona presente en esa habitación; cualquieras de esas opciones eran válidas y suspiró. Las yemas de sus dedos proyectaron aquella connotación musical que en su cabeza imaginó momentos atrás mientras escuchaba como Paul y George discutían al fondo.

"Así es como debe empezar tu maldita canción."

Es lo expresó John al terminar de tocar. Todos quedaron en silencio, perplejos y el castaño volvió a su posición con la frente en alto, orgulloso de porfin hacer callar las molestas voces de los otros dos. Que suerte que tenía Ringo al decidir largarse al mar caribe para no soportar estas cosas. Tal vez debería seguir los mismos pasos del ojiazul.

"Iré a ver que puedo arreglar con lo que acabamos de grabar, ustedes vayan a descansar. Dentro de unos minutos continuamos" escuchó decir a Martin por lo que cada productor (incluyendo George y Yoko) salieron en dirección al cafetín. John por su parte, dejaba sobre el estuche aquella guitarra que le fascinaba, todo ante la intensa mirada de un par de ojitos que bien conocía. Sin dejar de hacer su tarea le preguntó:

White Album -♡[Mclennon].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora