Capitulo 8: El visitante

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El visitante seguía de pie fuera de la casa, con los brazos cruzados sobre el pecho mientras observaba a Liu Yue. Se veía de unos 16 o 17 años.

Poniendo lentamente su ropa empacada abajo, Liu Yue enfrento al tipo. Él tenía la capacidad de acercarse a ella tan silenciosamente que ella no se dio cuenta de su presencia. Aunque podía ser porque este cuerpo no fue entrenado lo suficiente, pero, aun así, ella no debe menospreciar a este tipo.

“Eso no es asunto tuyo.” Le respondió Liu Yue.

A medida que su boca se extendía lentamente hacia arriba, formando una sonrisa diabólica, el visitante descuidadamente se inclinó del lado de la puerta.

“Si, no es asunto mío, pero me encantaría ser parte de ello. Podría ser mi negocio en el futuro.”

Ella llego a la conclusión que este visitante vino a pelear con ella.

Liu Yue frunció el ceño. Esta persona nunca había aparecido en su memoria antes. No podía ser de la familia Mu Rong. Puesto que él no lo era, decidió no ser hostil hacia él.

Girando su cuerpo y moviendo su fardo de ropa sobre sus hombros, Liu Yue se adelantó y se dirigió hacia la puerta. Ella le gruño:

“Hazte a un lado.”

El tipo vestido de púrpura todavía estaba apoyado en la puerta a pesar de que había oído sus palabras. Él no se movió ni le bloqueo el camino, en su lugar se rio lentamente, con los ojos llenos de interés en ella.

Al ver que no se apartaba, Liu Yue pasó junto a él y salió fuera de la casa.

“Algunas personas ya están llegando. Oigo los pasos de 43, 44, 45, un total de 45 personas. Ah, ¿quién crees que ha llegado? ¿Podría ser tu abuelo?” Riendo en voz baja, le susurró palabras que eran tan suaves como el viento. Esas palabras hicieron que Liu Yue se detuviera.

La gente de la familia Mu Rong ya estaba llegando. Las noticias seguro que viajan rápido.

No podía irse ahora.

“No me importa ayudarte con las cosas.”  Un brazo blanco como la nieve se acercó a ella, mientras el hombre de púrpura le dedicó una sonrisa diabólica. Tomando el fardo de ropa de los hombros de Liu Yue, volvió la cintura y reveló una espada de plata que colgaba de su cintura. Cogió la espada y la sacó de la vaina.

“Voy a dejarte utilizar esto, pero no me avergüences.” Dijo mientras le lanzaba la espada a Liu Yue. El chico vestido de púrpura le dedico una amplia sonrisa antes de retroceder unos pasos y se sentó perezosamente en una silla dentro de la casa. Él la miro con calma en esta situación caótica.

Cogiendo la espada en sus manos, Liu Yue frunció el ceño. ¿No avergonzarlo? Qué demonios, ni siquiera estaba relacionada con él en absoluto.

Aunque ella lo pensó en su mente, ella no lo dijo en voz alta. Ella sostuvo la espada en sus manos y dio unos pasos hacia adelante. De pie firme en el medio de su patio, los rayos de oro de la luz de sol brillaban magníficamente en su cuerpo. Aunque vestía con un viejo vestido andrajoso, todavía tenía la arrogancia y la presión de un gobernante.

En la entrada del patio, podían ser escuchados los ruidos de la gente que venía.

Poco a poco cerrando los ojos, Liu Yue utilizó su oído para escuchar. Los pasos de las personas que venían eran desordenados, algunos de ellos eran pesados, otros eran ligeros. Tenían claramente diferentes niveles de artes marciales

Descent of the PhoenixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora