[8] "DESPEJARSE"

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Las ironías de la vida.

Harry salió de la casa de los Tomlinson con la mente hecha un verdadero lío.
Para empezar, había encontrado a Louis en el lugar que menos había esperado hacerlo.
Segundo: resulta que el caliente chico, es un Tomlinson, e hijo de Mark para peor.
Y tercero: No sabía si Louis era gay. Pero ese no era el asunto. Aunque el castaño resultará gay, no podía tener absolutamente nada con el. Mark lo mataría si lo hiciera, perdería todo trato que tenia con el, y lo peor, perdería al hombre que concideraba como su padre, como el padre que dejó de tener.

No, no podía hacer nada con Louis, no podía arriesgar tanto, por un simple polvo que bien se lo podía dar cualquier chica o chico que el quisiera.

Subió a su auto de mala gana y dio un portazo, encendió este y salió disparado del lugar.

Apretó con fuerzas el volante, golpeó fuerte con su puño este mismo, y maldijo. Carajo, con las ganas que tenía de meter su pene en ese increíble culo. Al parecer el chico hacía ejercicio. Maldición, debía estar más apretadito de lo que imaginaba, ese frondoso culo lo tentaba demasiado, junto con esa carita de ángel que se cargaba el desgraciado.

Sacudió su cabeza bruscamente, alejando todo pensamiento del castaño, sacó la cajetilla de cigarros y cogio uno, lo encendió y se lo llevó a los labios dando una profunda calada, sintiendo como el humo entraba en sus pulmones relajandolo en gran manera.

Despejó su mente, debía llamar a Paul para que ya no siguiera perdiendo su tiempo en buscar al chico que estaba en su cabeza últimamente.

Estaba conduciendo por la avenida céntrica de la ciudad, donde abundaban los hoteles de lujo a los que solía ir frecuentemente, y los bares y clubes más populares e importantes del país.

Estacionó su auto en un bar lujoso, que habría 24/7, bajó de su auto, cogio un abrigo de estampado tigriado, pues ya el frío era muy evidente, cerró la puerta del carro y caminó hasta la entrada, entró, y de inmediato obtuvo la atenta mirada de chicas y chicos gracias a su estilo de vestir, un poco extravagante y un tanto exagerado para andar en un día muy normal, Pero así le gustaba lucir a él, que supieran del buen gusto que tenía al vestir cuando entrará a cualquier lugar. Le gustaba la atención, pasar desapercibido no estaba en sus planes, le encantaba que lo vieran, le gustaba saber que llamaba la atención con su estilo caro y elegante.

—Un whisky doble. —chasqueó los dedos al que atendía y se sentó en la barra.

Le sirvieron su whisky y se los tomó de una. En menos de 15 minutos ya llevaba casi 9 vasos de whisky, ya estaba mareado, pero estable mentalmente.

Sintió unos brazos masajear sus hombros, volteó a ver quien era y se topó con una mujer un tanto mayor, de unos 35 años con mucho maquillaje, pero eso no lo iba a detener. Se volteó hacia la mujer y la tomó de las caderas, le plantó un beso con lengua profunda, arrancandole un gemido no tan sexy, era un beso sin cuidado, al tanto de chocar los dientes, las demás personas no les prestaban atención alguna.

Siguió besándola, y mordió un poco fuerte su labio inferior al separarse.
La soltó, y se levantó, pasando aún lado de la mujer.

—Acompáñame. —fue lo único que le dijo, y la mujer no perdió tiempo en seguirlo hasta los baños.

El rizado entró, seguido lo hizo la mujer. Esta misma le puso seguro a la puerta cuando Harry se aseguró de ver que no hubiera nadie.

No le dio tiempo de pronunciar ni una sola palabra, Harry ya la tenía afirmada al lavabo. Le subió la falda y le dio la vuelta, dejándola con el culo al aire, le bajó la ropa interior de un solo jalón, se acercó al oído de la mujer mayor.

Amorfoda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora