° One • Shot °

522 61 13
                                    

¿Para cuantos años se casa uno? ¿Cuántos años se supone que debe durar un matrimonio? ¿cinco? ¿diez? ¿veinte años? Pues eso es juntamente lo que Jung Hoseok quiere saber pero en los papeles no lo dice.

Sostenía el acta entre sus manos sentado en el piso frente a su buró con un montón de documentos tirados a su alrededor.

Él está casado con un hombre terriblemente odioso en todos los sentidos.

Jeon JungKook su esposo, sonríe por todo, ama a todo ser viviente; incluso si es un maldito mosquito se obliga a no matarlo porque le da lástima hacerlo. Parece que siempre está feliz porque todos los días una alegre mirada adorna sus ojos.

Jung Hoseok realmente odia eso.
Estar casado con ese hombre es casi un tormento.

Todos dicen que Jeon es adorable y tierno, quizá demasiado. Pero para él no es más que un simple humano que prefiere no ver a la cara para no molestarse. Tanta alegría le hace daño.

—¡Joder Hoseok! —exclamó fuertemente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Joder Hoseok! —exclamó fuertemente. Lo haces tan bien cuando te lo propones cariño —continuó tratando de regular su agitada respiración. Eso estuvo increíble— se acostó bocarriba sobre el colchón tapando sus cuerpos con el gran edredón. —Me encantas mi amor.

—Sí JungKook, tú también me encantas —respondió con simpleza dándose la vuelta quedando de espaldas a su esposo.

—¿Estás molesto de nuevo? —puso las manos sobre la cintura de Seok.

—No lo estoy —respondió apartando lentamente a su marido.

—Vamos y ahora por qué — lo tomó por los hombros y lo volteó hacia él. —Lo acabamos de hacer —acarició por debajo del edredón el abdomen del castaño y comenzó a besar suavemente su cuello. —¿Qué sucede? — acercó lentamente su mano derecha a su entrepierna.

—Sí Jeon, acabamos de tener sexo porque no me hiciste el amor —señaló seriamente. —Pero pasa que yo no quería.

Se alejó y respiró profundo.

—Hoseok soy tu esposo es obvio que quiero tocarte, besarte, abrazarte y muchas otras cosas más. Respeto cuando me dices que no a pesar de que yo me muera de ganas, pero no puedo estar aguantando más de seis meses sin ti de esta manera tan íntima y especial.

—¡Oh! ¿De verdad? Entonces por qué no te vas a la calle y allá en la esquina te consigues alguien que si quiera acostarse contigo todos los días —escupió cortante.

—Sabes que no quise decir eso.

—Pues parece que sí —levantó una ceja en señal de molestia. —Jeon la jodida calentura no se te baja  y parece que solo te sirvo para eso —se levantó rápidamente y se colocó la playera y la ropa interior.

—¿Pero qué dices? —se tapó con las sábanas y se sentó a la orilla de la cama. —Yo nunca lo he hecho por eso. Jamás te he forzado a hacer algo que tú no quieras.

Ni antes ni después || Junghope || One shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora