Estaban todos en la Madriguera, reunidos para hacer memoria a la muerte de Fred, Remus, Tonks, y todos los caídos en la batalla de Hogwarts. Molly se había esmerado en la cocina: había preparado una gran cena, ya que iban a reunirse todos los Weasley, más Fleur, Harry y Hermione. Los presentes se habían vestido con colores apagados, pero lucían extraordinariamente bien.
Molly llevaba un largo vestido negro que le llegaba hasta los tobillos, y caminaba sobre unos zapatos también negros con poco taco. George y Charlie tenían una túnica de gala muy parecida una con otra, y se habían peinado para la ocasión. Ron llevaba su usual túnica de gala, al igual que Harry. Al lado de este estaba el pequeño James, vestido muy parecidamente a se padre. Cuando se oyeron unos pasos en la escalera todos los presentes voltearon y miraron a las tres chicas que bajaban.
Hermione lucía un largo vestido azul marino y unos altos tacones también azules. En la mano derecha llevaba un pequeño bolso azul decorado con plateado. Se había peinado el pelo y lo lucía hecho un prolijo y elegante rodete. Detrás de su espalda se pudieron ver a la pequeña Rose, llevando un largo vestido plateado que le llegaba hasta poco debajo de los tobillos. Quien la seguía era Ginny, que bajaba vistiendo un sencillo pero delicado vestido bordó que le llegaba hasta arriba de las rodillas. El pelo le caía lacio y brillante por la espalda y por delante de los hombros.
- Lo siento – dijo cuando terminó de bajar – No queríamos terminar tan tarde.
Pasó la mirada por las pocas personas presentes, y al llegar en Harry se detuvo. Esta la miraba atontado, aunque parecía conciente de que lo hacía.
- Oh, no es tarde, tu padre, Bill, y Fleur no han llegado todavía. – dijo Molly acercándose a la ventana. – Ya deberían estar aquí.
En esos instantes, un Patronus en forma de comadreja entró en la habitación, y habló con la voz de Arthur Weasley.
- Estamos retrasados. Llegaremos pronto.
Hermione se acercó a Ron, quien la halagó de forma exagerada.
Y luego, Ginny, que estaba detrás de Hermione, se acercó a Harry y lo besó tiernamente en los labios.
- Estás preciosa – le dijo Harry cuando los avellanados ojos de Ginny se cruzaron con los de él.
- Gracias. Tu te ves muy bien también – le contestó ella, y volvió a besarlo.
Ron desvió la mirada y le tomó la mano a Hermione.
Unos minutos después, Arthur Weasley apareció en los terrenos de la Madriguera vistiendo una bien planchada túnica negra que ondeaba detrás de él en su caminar.
Pasados los diez minutos de espera a la llegada de Bill y Fleur, estos aparecieron unos metros a la derecha de donde había aparecido Arthur.
Bill llevaba la túnica violeta oscuro que había usado para su boda, y llevaba todavía el pelo largo. Fleur Delacour lucía un corto vestido negro ajustado al cuerpo, con unas botas negras de tacón muy alto. Su resplandeciente, sedoso y plateado cabello le caía detrás de la espalda, dejando visibles unos caros aros negros.
- Lamentamos la tardanza – dijo Bill en cuanto irrumpieron en la sala donde todos los presentes estaban.
Molly no pudo contestar debido a que había sacado su pañuelo de tela viejo y se estaba secando las lágrimas con él.
- Por favor, siéntense – dijo Arthur señalando la mesa con la mano abierta.
Cada uno ocupó su asiento, sin mostrar sonrisas, y esperaron a que Molly se pusiera a servir. Hermione se ofreció a ayudarla, y rápidamente Fleur la imitó. Entre las tres sirvieron la comida a todos, y se pusieron a comer junto a los otros.
Debajo de la mesa, Ginny deslizó la mano por la pierna de Harry y luego le tomó la mano. Este se sorprendió y la miró, sorprendido. Luego ella, mirando la mano de Harry, tiró de ella y se la apoyó en el vientre. En seguida Harry entendió, pero la miró con duda, esperando que ella le confirmara lo que estaba pensando. Ginny apenas asintió con la cabeza. Harry sonrió, y Ginny también. Lentamente, ella se paró y miró a todos.
- Antes de brindar por los caídos – dijo con la voz firme. Eso le gustaba a Harry, Ginny no solía quebrarse en situaciones tristes – queríamos decir algo, importante.
Ginny miró a Harry y este se levantó, tomandole la mano a su amada.
Ellos se miraron y ella asintió en señar de aprobación. Era increible cómo se conocían las miradas y sabían que significaba cada una de ellas.
- Ginny… Ginny y yo vamos a tener otro bebé – dijo Harry, cargado de emoción por la noticia, y deprimido por el momento.
Varios de los presentes, se acercaron a Harry y Ginny y dieron sus felicitaciones. Luego cada uno volvió a su asiento y brindaron por los caidos, y por el nuevo integrante de la familia Potter.
Al terminar la cena, todos los que estaban allí se dispersaron por la sala, la cocina y el patio y cada uno quedó en sus profundas conversaciones. El pequeño James, que hasta ese momento había estado jugando con Rose en el patio, se acercó a su padre y a su madre con una preciosa sonrisa en el rostro. Ambos, Ginny y Harry, estaban sentados en el sofá de la sala. Ginny hablaba con Hermione sobre algo que había pasado en el ministerio, y Harry le pasaba a Ron datos nuevos sobre cosas que habían pasado en la oficina de Aurors.
- Papi, mami, ¿es verdad que voy a tener un pequeño hermanito? – preguntó James con su tierna voz.
Al parecer James había estado tan concentrado en la conversación con Rose en la mesa que había hecho caso omiso a las palabras de sus padres. Harry se puso en cuclillas a su lado y le acarició el pelo.
- Si hijo, así es.
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Nueva Noticia
FanfictionEste pequeño relato cuenta sobre una reunion en La Madriguera en la que rememoran a los caidos en la batalla de Hogwarts. Sin embargo, una nueva noticia de Harry y Ginny da otro ambiente al lugar y hace que todos terminen la fiesta con otra cara.