Prefacio

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Tara, Tara, Tara... Repite una y otra vez, haciendo el esfuerzo de imitar palabras humanas, de alcanzarme de alguna forma.

Sus uñas que desgarraron mi piel y se enterraron profundamente, incluso con la excesiva pérdida de sangre debido a su torpe intento para evitar lo inevitable, hacen imposible pensar racionalmente.

Aquellos par de ojos que únicamente he visto en bestias, depredadores para ser exactos, me miran de una manera única.

Como si no hubiese ninguna mujer en el mundo que fuese capaz de igualar mi apariencia, de remplazarme.

Tara mía

Musitó por cuarta ocasión, bebiendo mi sangre, lamiendo mi piel y dejándose consumir por el sabor que sigue tentándolo a despedazarme.

Quiere comer mi carne, consumirse de placer y deleitarse con el sabor hecho para atraparlo, pero... También está excitado por experimentar el placer humano que no conoce.

Enterrar su boca en mi piel, pero no para morder, quiere poseerme y apoderarse de mi razón.

Noche  Roja©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora