Capítolo 3: Nuestro Primer Ataque

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Al día siguiente, fuímos  a dar, según mis padres, un paseo necesario que nos ayudaría a mi prometido y a mí, a conocernos mejor, no puedo decir más que en otras palabras fué uno de los paseos más aburridos  en  lo que he estado en toda mi vida.

Era invierno, el  verde del césped que había en nuestra casa había sido reemplazado por una capa de nieve blanca majestuosa.

Me sentía como una niña de nuevo, tanto que de la emoción, formé una pequeña bolita de nieve, y se la lancé a Elijah  justo en  su cabezota, yo me reí, tanto que no me dí ni cuenta de que recibí un ataque de nieve de vuelta, nos reímos mucho, siento que volví a mi niñez,  cuando  mi vida era mucho más sencilla, cuando  no había compromisos ni fechas de matrimonio, ni papeleo por llenar, volví a la época de cuanto tenía 4 años, que solo me preocupaba de que mis muñecas estuvieran perfectas para poder jugar con ellas.

Seguímos jugando,  Elijah me hacía reír con sus gestos divertidos, y me desafía en carreras, incluso iba ganando y optó por tirarme  hacia la  fría nieve.

Eso no es justo, Tramposo¡-dije yo riendo.

No me consideraría tramposo, gané limpiamente¡...-dijo él

seguímos riendo lo  único que me intrigaba un poco era que Elijah no se apartaba de mí, aquello me pareció curioso, pero a la vez intimidante.

Eh... sigamos jugando..-dije yo  intrigada, y muerta  de la curiosidad de como serían de cálidos sus abrazos.

Todo iba bien, hasta que ví unos hombres de traje negro,  que llevaban unas armas consigo, bastante pesadas, mi rostro empalideció un momento, tal vez tanto que Elijah se  percató de mi preocupación.

Skyler? estás bien? que tienes?-dijo él preocupado.

Aquellos hombres  venían en nuestra dirección, no  sabía que me ocurría pero por más que intentaba y deseaba moverme no podía, parecía que mis piernas se hubieran congelado por el terror.

Elijah  de un momento a otro, cambió su expresión de  felicidad, gusto, tranquilidad, por una  expresión  de  preocupación, se le veía tenso,  yo estaba tan preocupada  de que no  me dí cuenta  en que momento agarró fuertemente mi mano

Elijah se dirijió  hacia mí , mirándome a los ojos me dijo en susurro :

Skyler, Cuando yo te diga que corras a la casa, vas corriendo a la casa, no te distraígas..- me dijo Elijah

yo no entendía que sucedía hace un momento estabamos bien, estabamos felices, pero solo me dediqué a escucharlo atentamente.

¿Pero  por qué?  ¿Qué está pasando? ¿ POR QUÉ NOS PERSIGUEN?- pregunté yo sin entender y  preocupada por él,  puede que no lo conozca de nada, pero sentía angustia  de que le sucediera algo malo.

Solo escúchame, yo estaré bien,  me reuniré contigo cuando los enemigos se hayan alejado por completo, así que corre...--me dijo Elijah y  por primera vez me miró a los ojos y sentí que podía confiar en él, no sé por qué, solo lo sentía.

Lo único  que hice fué correr, a pesar de oír disparos y ver como la nieve blanca se teñía de rojo, solo hice lo que me dijo Elijah.

Cuando llegué al refugio, hice una de las cosas que nunca esperé hacer, mi familia era italiana, los italianos en gran parte somos católicos, aunque yo nunca me consideré muy creyente que digamos.

Tomé la cruz, que siempre estaba colgada en mi habitación, cerré mis ojos y empecé a rezar, rogando para que todos regresaran sanos y salvos, incluso sentía mi rostro tibio, no me había dado cuenta de que había empezado a llorar.

Saqué la foto que me dió mi  madre de  Elijah  y la coloqué sobre mi pecho, tal vez era por el momento, pero empecé a rezar a nuestra amada patrona para que dejara que Elijah regresara con vida .

No sé cuanto tiempo habrá pasado, pero después sentí como unos fuertes brazos me sacaban del refugio y me llevaban  de vuelta a casa.

El peligro  ha pasado- decía una voz.

Al principio no lo reconocí, después abrí los ojos, y sonreí al ver a Elijah, tanto que no pude hablar, solo pude  llorar, llorar de felicidad de tenerlo acá conmigo, llorar de felicidad por que estaba ileso, llorar de felicidad por que estaba con vida.

Ya no llores tanto, niña, estoy bien.. nuestros enemigos se han ido...-dijo Elijah

bien... entonces vamos a buscar  a mi padre pronto, esto debemos celebrarlo...¡¡-dije yo emocionada ya no debíamos volver a ocultarnos, papá se sentirá muy feliz y aliviado por ello.

Elijah, estaba cabizbajo, no me miraba , Lo tomé de la mano feliz y  le levanté la mirada para animarlo a que fueramos a ver a mi padre.

Skyler... nuestros enemigos se han ido... pero no todo son buenas noticias, querida..-me dijo mirándome con preocupación, ¿que le sucedía?

¿Por qué ? ¿qué pasó?- dije  preocupada,  al entrar de nuevo a casa, ví que dejaron una gran cantidad de moras negras en la puerta, era una lona  gigante, sabía que significaba, cuando dejaban un costal de moras negras en la entrada de nuestra casa, era por que habían asesinado a algún miembro de nuestra familia, ya nos había sucedido cuando asesinaron a mi abuelo, hace años.

allí me dí cuenta y pregunté

¿Quién fué, Elijah?-Pregunté tratando de controlar la cólera que sentía en aquel instante y que me invadía  por completo.

En el ataque.... asesinaron a tu padre, Skyler, lo siento mucho-dijo Elijah abrazándome   con fuerza.

Iba a reirme a carcajadas, pensé que era una broma, hasta que ví que Elijah ni el resto de mi familia se reía, allí fué cuando caí en  la cruda realidad.

No bromees con la muerte, Elijah, ¡CON ESO  NO SE JUEGA¡-dije yo

Elijah solo pudo abrazarme, yo solo lo golpeaba, y lo empujaba, creía que haciendo aquello podía hacer que mi dolor fuese más llevadero, más liviano, pero no fué así, era mucho peor.

No te creo nada¡-dije yo  desesperada  y derramando lágrimas y llamaba a mi padre con desesperación, rogando que me respondiera, rezaba para que me respondiera.

LLoraría por mi padre, hasta que me quedara sin fuerzas, y juro que a los responsables los haré pagar, con sangre.

apreté mis puños, y le prometí a mi padre que donde fuera que estuviera ahora, lo vengaría, pero debía tener cuidado, debía ser inteligente, debía tener un plan.








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