18/06/2013
-Harry, llegué a casa...
El rubio se quedó callado cuando vio al que siempre pensó que era el amor de su vida mirarlo seriamente con un manojo de papeles en mano.
-Harry... ¿Qué significa esto?-Preguntó nerviosamente, poniéndose en alerta, algo en su interior diciéndole que esos papeles no eran nada bueno.
-Lo siento, Draco. Pero ya no puedo más. Estos son los papeles del divorcio. Te quiero pedir que no hagas ningún escándalo y firmes los papeles sin poner mucho inconveniente.
El mundo de Draco se vino abajo en cuestión de segundos.
-¿Q-qué?-Tartamudeó.
No entendía nada.
Ese que le hablaba tan fríamente no podía ser Harry. No podía ser su Harry. No podía. No podía ser el mismo Harry que le rescató del pozo en el que se hundió después de que la guerra acabase con todo él. No era posible que ese fuera el mismo hombre que lo sostuvo tantas noches en las que se despertaba con las pesadillas que lo perseguían y viceversa. No le cabía en la cabeza que fuera la misma persona que tantas veces le prometió un para siempre.
-¿Qué? Que estoy harto de tener que estar soportando malas miradas de la gente porque estoy casado contigo cuando yo soy quien los salvó de Voldemort y deberían estar besándome y alabándome y no criticándome, estoy harto de tener que estar salvándote siempre que alguien te ataca en la calle por lo que eres. Estoy harto de ti y de tu Marca.
¿Alguna vez han creído que eran fuertes porque una persona les hace ser así? Porque esa persona te da la fortaleza y las ganas de seguir adelante con tu vida, no importa cuánto te pisoteen y sientes que, finalmente, ya nada puede hacerte daño porque por fin eres fuerte junto a esa persona.
Pero luego llega esa misma persona y te das cuenta que no eres nada sin esa persona. ¿Cómo lo haces? ¿Cómo te percatas de esto? Porque esa persona, con unas cuantas palabras, hace que tu corazón, tu alma y tu vida entera se rompan en mini pedacitos, tan pero tanchiquitos, que es imposible recomponerlos.
Eso era lo que Draco sentía en ese momento.- Harry... ¿P-pero qué dices? Este no eres tú, no...
-¿¡Y tú qué sabes sobre cómo soy yo!?-Alzó la voz.-¡No me conoces así que haz algo bueno una vez en tu vida y firma los puñeteros papeles!
El rubio se encogió ante el grito de su próximo ex-esposo y se acercó sumisamente al escritorio donde el moreno había dejado los papeles. Con lágrimas en los ojos y tratando de no dejarlas escapar, agarró una pluma y se dispuso a firmar mientras leía rápidamente las condiciones de la separación mágica.
Todo parecía lo suficientemente justo para la mente contaminada de Draco. Después de todo, cuando la misma persona que más amabas en el mundo y que te ayudó a superar un trauma te lo devolvía con intereses... Bueno, no hay nada que tus defensas puedan hacer contra eso.
La segunda persona que más amaba en el mundo*.
-Harry... ¿Qué significa esto?-Preguntó desconcertado cuando leyó una de las condiciones.
Era sobre quién tendría la custodia de su hija Lily.
-No esperabas que dejara que tú te la quedaras, ¿cierto?-Sonrió.
Draco lo miró dolido pero aún enfadado.
-¡En serio pretendías que MI hija estuviera contigo!-Comenzó a carcajearse.
Draco apretó los labios mirándolo como si fuera un extraño que había entrado a su vida de forma abrupta.
Porque así comenzó a sentirse para él.
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Dynasty [Drarry] (O.S)
De Todo"Thought we built a dynasty that heaven couldn't shake. Thought we built a dynasty like nothing ever made. Thought we built a dynasty forever couldn't break up..." ~~~~~~~~~~~~~~~~∞~~~~~~~~~~~~~~~~~ Draco entiende a Harry. En serio. Después de todo...