Prólogo

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Prólogo

-Esto está mal.

-Esto está más que mal-le dijo aquella chica de brillantes ojos verdes a su amiga de alocado cabello colorido-Hemos estado aquí más de 30 minutos y no hay nadie que se digne a hablarnos.

Hoy no era un día común y menos lo sería mañana. Cassandra había logrado convencer a Emily de disfrutar su último día antes de comenzar a trabajar en el Instituto Claverwood como psicóloga. Pero las cosas no estaban resultando como ellas querían que pasaran, aún no conseguían su ligue de la noche y ese día no podrían quedarse hasta tan tarde como quisieran.

Emily quería divertirse esa noche, porque sabía que después de eso, no iba a poder volver tan seguido a esas fiestas que tanto le gustaban, debido a que su trabajo se lo impedía. Como aún no se le acercaba nadie, comenzó a desesperarse hasta tal punto de pensar que había perdido todo su encanto Tyler y sería la deshonra de la familia. Sin que se diera cuenta, comenzó a tomar un shot de tequila, luego otro, después otro más y así hasta que sintió aquel conocido mareo que se presentaba después del séptimo shot de tequila y el tercer vaso de vodka. Sin fijarse muy bien con lo que estaba pasando a su alrededor, giró para ver si su amiga estaba igual que ella, dándose cuenta de que sí, estaba igual que ella o incluso peor, pero que también la acompañaba un "galán", como acostumbraban a decirles a aquellos muchachos con los que ligaban en las fiestas, quién estaba entusiasmado susurrándole cosas al oído mientras la chica de cabello colorido no dejaba de reír.

-Suertuda-le murmuró a su amiga-¿No tiene un amigo?

-Tiene un hermano, por si te interesa.

-Claro que me interesa, si es igual de guapo que él-se levantó de un salto de la barra arrepintiéndose enseguida porque su trasero dio con el suelo. Su amiga como pudo la ayudó pero también cayó al suelo-¿Dónde está el galán?

Unos brazos levantaron a su amiga y después a ella, ambas rieron y la chica de pelo divertido se colgó del brazo de su galán, este señaló al que se suponía era su hermano y llevó a la chica de ojos verdes para que se conocieran. Si de algo era consciente Emily en ese momento de borrachera era que ese chico era realmente guapo y deseaba con toda su alma haber estado un poco más lúcida para que él no pensara que ella era una alcohólica.

El chico la miró al mismo tiempo que ella y lo único que pudo pensar fue "¿Por qué me tuve que emborrachar hoy?". Ambos estaban igual de borrachos y embobados viéndose el uno al otro. ¿Cómo era posible que solo con ver a una persona sintieras todo lo que nunca antes habías sentido? Emily pensó que era su estado de embriaguez el que hacía que pensara de esa manera pero su lado consciente no le decía lo mismo. El chico tenía los ojos verdes igual o más brillantes que los de ella y resplandecieron aún más en cuanto sus ojos hicieron contacto. Eran los ojos más hermosos que Emily haya visto en toda su vida y no podía dejar de contemplarlos como una verdadera tonta.

¿Existían las almas gemelas? Ambos creían que sí mientras se miraban. ¿Destino o Casualidad? Ninguno lo sabe, simplemente agradecen a Dios por haber estado en aquel momento y aquel lugar al mismo tiempo.

El chico intentó agradecerle a su hermano con la mirada por haberle llevado a aquella chica tan guapa, pero él ya se había ido con la chica de cabello colorido a la pista de baile. Volvió a mirar a aquella chica de ojos brillantes y le sonrió ofreciéndole su mano para estrechársela.

-Hola-le dijo a través de todo el ruido.

Emily no podía dejar de alucinar al sentir como ambas manos entraban en contacto, buscaba excusas, cualquier tipo de excusas para que él no le soltara la mano y sintiera eso por siempre. Pareciera que el chico igual se encontraba inquieto ante la posibilidad de soltarse las manos, sin embargo se la sostuvo, le sostuvo la mano por toda la noche.

¿Destino o Casualidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora