Capítulo 1.

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Es el día más soso que puede haber tenido en mi trabajo. Pensando me transporto a no hace mucho, mi graduación de la carrera ¡Por fin termine la jodida carreara de Criminología! Me puse una borrachera de aquellas y no recuerdo más.

-Un día duro ¿eh?- me dice mi compañero y nuevo mejor amigo Carlos.

-Muy duro- le digo subiendo los pies a mi escritorio maleducadamente.

-Esta es buena vida Marks.

-Concuerdo contigo Carls.

Mientras desayunamos todo el equipo de trabajo el teléfono suena y la siempre eficiente y guapa Marya se para a contestar. Casi al instante se pone palida y cuelga.

-Marcos- se dirige a mí- Hoy empieza de verdad el trabajo difícil. Tenemos un caso cerca.

-¿Qué ocurrió esta vez nena? ¿otra falsa alarma?- le digo en broma pues la ultima vez nos llamaron porque una señora creyó ver un cadáver en una casa abandonada y resultó ser un perro herido.

-No, tenemos que irnos rápido es algo serio- responde con mucha profesionalidad.

Automáticamente todos nos ponemos de pie y salimos disparados.

Cuando llegamos me doy cuenta que aquel perro no era nada comparado con el regero de sangre que hay aquí. ¡Carajo!. Una persona hecha un ovillo se mese, atrás, adelante, atrás, adelante, un chico cubierto de sangre tanto suya como del cuerpo que está desparramado en medio de la habitacion. Busco un arma en sus manos o algo con lo que pueda atacarme pero no encuentro nada así que decido acercarme, Marya intenta determe pero no accedo así que me acompaña.

-Hey bro- le llamo- ¿va todo bien?

-¿Ya se fue?- pregunta en un susurro.

-Sí, no hay nadie más aquí ¿Que fue lo que pasó?

-¡FUE Él LO JURO! Él ME DIJO QUE LO HICIERA, YO NO QUERÍA- estalla histérico llorando, desesperado.

Marya y yo saltamos automáticamente para atrás y la cubro instintivamente. Los médicos lo atrapan por sorpresa y le inyectan un sedante.

-¿Soy yo o parecía que lloraba sangre?- me pregunta mi compañera asustada

-Si, también lo note Mary- le susurro acariciándole el pelo.

En el hospital espero a que el chico despierte y aunque me asignaron el caso debo admitir que tengo mucha curiosidad pues es mi primer caso realmente interesante.

-Señor- me llama la enfermera- el chico se despertó.

-Gracias.

En cuanto entro a la habitación no reconozco al chico que veo en la cama y aunque solo lo vi una vez no es nada comparado con el muchacho ensangrentado y desquiciado que vi en la casa. No es mal parecido pero la cara de loco que tiene le da un muy mal aspecto.

-Hola- susurró

-Yo la quería, de verdad la amaba con todo mi corazón, él la mato, él me obligo a hacerlo- murmura

-¿Quién?- pregunto

-No te conozco, no te lo puedo decir, si te lo digo tendré que matarte después.

-¿ayudaría conocerme?- le pregunto

-Tal ves, creo- susurra

-Me llamo Marcos pero suelen decirme Mark, me gradué hace tres meses de la carrera de Criminología...

-¿tienes familia?-me interrumpe.

-No, bueno, tengo a mi padre, mi madre falleció hace dos años.

-Si te lo digo tendré que matarte después, aunque yo no quiera, él me obligará.

Siempre susurra, es raro.

-correré el riesgo- respondí

-la curiosidad mató al gato ¿no lo has escuchado?

-pero el gato murió sabio- mi madre siempre me decía eso.

-Bien, te contaré bajo tu propio riesgo.

El caso de Benjamín HarrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora