"ᴍᴀʟᴀ ɪɴꜰʟᴜᴇɴᴄɪᴀ" ↪ʙɪʟʟ ᴅᴇɴʙʀᴏᴜɢʜ.

→Chapter sixteen←

[ m a r a t ó n   3 / ? ]

↪Richie.

Okay, se que me gusta mentir a veces, pero esta vez no les miento cuando les digo qué escuché la voz de Eddie.

—Richie.

Entonces caminé un poco, su voz venía de una habitación con miles de cosas cubiertas por sábanas blancas.

—Ven, Richie.

—Eddie —Y a la mierda todo, entré a esa habitación —Eddie.

Nada, no lo vi. Lo que si vi era que habían demasiados cuadros con payasos en estos.

—Eddie, ¿En dónde estás? —De igual forma estaba buscándolo —No estamos jugando escondidas, torpe.

—Richie —Esta vez me llamó Bill.

No mamen, si recibiera una moneda por cada vez en la que han dicho mi nombre hoy, sería rico.

Y en lo que me acercaba a Bill, la puerta se cerró igual que la otra.

—¡Richie!

—¡Bill! —Y ahora si, en serio, comencé a entrar en pánico —¡Abre la puerta!, ¡No abre!

—¡Abre la puerta, Richie!

—¡No abre! —Entonces dejé de tratar de abrir la puerta cuando noté que las sábanas se cayeron.Y lo que había debajo de estas eran nada más y nada menos que payasos.

Yo debí quedarme afuera.

—Oh, rayos.

Quise patear la maldita puerta, pero al girar me encuentro con otro de esos malditos payasos.

En serio que entré en pánico, mi corazón estaba demasiado acelerado. Pero no podía morirme justo ahora, aún no me caso con Eddie.

—Un momento —Entonces toqué uno de los payasos que tenía en frente —Estas mierdas son de plástico.

Pero luego qué, otra sábana se cae, y pude notar un ataúd o algo así, realmente no se que verga es.

Pero igual me acerqué como todo un campeón, a medida que me acercaba ese maldito ataúd se abrió. En la parte superior de adentro estaba ese letrero de nuevo, solo que esta vez estaba algo escrito encima de esto.

"Encontrado."

—Maldita sea.

Y luego al acercarme completamente, había un cuerpo. Si, un maldito cuerpo cubierto por una especie de sábana color negro.

Si me dieran una moneda por cada sábana que he visto hoy, sería doblemente rico.

Luego quité la sábana, y ya me lo esperaba, ese cuerpo que estaba ahí, era yo, solo que mas feo.

—Qué puto asco.

Cerré ese ataúd de golpe y retrocedí unos dos pasos. Unos momentos después de ese mismo ataúd salió ese maldito payaso.

—Beep, Beep, Richie.

Todo sucedió en cámara lenta, antes de que esa cosa se acercara completamente a mi, Bill logró abrir la puerta, me sacó de ahí y luego la cerró.

—T-tranquilo, Rich, ya p-pasó —Y ahí estaba Bill tratando de calmarme.

Pero no funcionó.

Okay, preparense, para leer lo que menos tuvo sentido en toda mi vida. Frente de nosotros había un colchón viejo, lo raro es que ese maldito colchón comenzó a reírse.

La lógica puede irse a la mierda.

Luego de ese maldito colchón salió un Eddie, pero mas feo.

*Pánico gay*

—¿Jugamos escupitajos?

Joder, la segunda voz más tétrica que he oído en mi vida.

Luego de su boca comenzó a salir un extraño líquido negro. Ahora sí, definitivamente estamos jodidos.

Ambos giramos para poder irnos, pero ahora habían tres malditas puertas. Y si, sería triplemente rico si me dieran una moneda por cada puerta que he visto hoy.

"No da miedo; da miedo; da mucho miedo".

Y obvio decidimos por la que según no da miedo. Gravísimo error.

Era una habitación muy oscura con una pequeña cuerda colgando, según mi intuición masculina para encender la luz.

—¿Y mi zapato?

Bill encendió la luz, sabía que para eso era esa cuerda colgando. Y ahí estaba esta chica Betty por la mitad, pero mi buen amigo Bill cerró la puerta.

Sería cuádruplemente rico por cada voz tétrica que he escuchado hoy.

—¡No mames!, ¡¿Dónde están sus piernas?! —Pero el líquido negro se acercaba cada vez mas, no teníamos salida —¡Santa madre!, ¡¿Qué es eso?!

—Richie, esto n-no es real —De nuevo, mi amigo Billy tratando de calmarme —C-como el cártel del niño perdido, eso n-n-no era real, no es real.

Lo siento, pero se me hace difícil tomar en serio a Bill si tartamudea.

—¿Estás listo? —Obvio negué, pero Bill es terco como una mula, abrió la última puerta.

Solo había un pasillo, obviamente pasamos por ahí, ¿Adivinen qué?, exacto. Otra maldita puerta, Billy la abrió, y al pasar esa puerta encontramos a Eddie con ese maldito payaso encima.

—Oh, demonios.

—¿Esto no es real para ti, Billy? —desde ahora, declaro que odio a los payasos —¿No soy real para ti? Fui bastante real para Georgie.

Y luego comenzó a reírse, no mames, ni Stanley se ríe tan feo.

Esa cosa se nos acercaba rápidamente, pero entró Audrey y ella le enterró una barra de metal en el ojo.

Amo a Audrey, sinceramente.

↪Holi, hermosos!

Supongo que me quedaré escribiendo el maratón, puto insomnio:').

Nos vemos en 27 años! :D