Bajo la Luna

Capítulo 4

Taehyung.

No recuerdo nada de lo que pasó anoche, Sunmi me contó lo que había pasado, mencionó que cuando me oyó gritar salió corriendo hacia el jardín, al principio no se veía nada, hasta que una sombra me dejó al descubierto, una enorme sombra que me cubría por completo, y que después de que ella se acercó a mí me desmalle y quedé inconsciente un buen rato.

Abrí los ojos y me encontraba en la sala, junto a Sunmi que no soltaba mi mano, yo estaba muy  confundido, fue como un sueño, esa bestia sabía dónde estaba, tenía demasiado miedo, no por mí, si no por las personas que más amo, temía que acabaran como esos hombres que me quisieron hacer daño, no sabía que hacer.

Necesito llamarle a tu madre, Jimin-. Tomó el teléfono apuntandome con el.

Por favor, no puedes decirle nada, sabes lo cansada que está, lo mucho que trabaja, si sabe que me desmaye se va a preocupar y no quiero que tenga un peso más-. Mi madre siempre trabaja, desde que tengo memoria.
Mi mamá me tuvo muy joven, a los dieciocho años, ella estaba muy enamorada de un joven que la embarazo y la abandonó al saber que estaba esperando a un bebé, sus padres no la apoyaron mucho, ya que estaban muy decepcionados de que su única hija quedara embarazada de un patán sin futuro. Mi mamá no dejó de estudiar, mientras leía libros me tenía en su regazo esperando a que durmiera, cuando tenía que asistir a clases ella me llevaba envuelto en una carreola, una vez le pregunté qué sí yo lloraba mucho o que si le era complicado cuidarme en tiempo de exámenes, ella con su voz tan cálida me respondió, "fue demasiado difícil, pero eras un bebé muy bien portado, no llorabas en mis clases, ni cuando tenías hambre, sabías cuando era el momento para pedirme de comer o para que te cambiará, no pude pedir un mejor hijo, siempre me motivaste a ser mejor", y yo sin duda tengo a la mejor madre del mundo; ella no termina de trabajar, y cuando tenía tiempo libre solo se dedicaba a descansar, si ella se entera de lo que me ha pasado se preocuparía más, cuando vió mis golpes estaba a punto de llamar a la policía, pero después tuve que inventarle que me caí de las escaleras, ella de quedó muy preocupada esa vez, por esa razón yo no quería mencionarle lo que pasó en la casa de Sunmi.

Lo haré por tu madre, pero la próxima vez aunque me lo ruegues se lo diré-. Lanzó el teléfono al sofá.

Regresé a mi casa y todo el fin de semana me la pase encerrado, limpiando y estudiando, no quería salir, temía de que esa cosa supiera de mi casa, tengo miedo por Sunmi, sabe dónde vive, pero al parecer el problema es conmigo.

Empezando la semana fui a clases, Sunmi me recogió en el auto que sus padres le obsequiaron ése fin de semana, tenía un maletín de primeros auxilios en la parte de atrás, esta niña se preocupa demasiado.

Cuándo entramos a nuestra aula, ya nadie me miraba extraño, mis heridas ya habían sanado, no por completo pero ya no eran muy notorias, la única mirada que estaba encima mío fue la del hermoso Taehyung, ése chico me da un poco de miedo pero es lindo; me senté en donde siempre, Sunmi se sentó en frente de mí y atrás se puso Taehyung, teníamos estadística, y en cada ejercicio que dejaba el profesor Taehyung tocaba mi hombro para pedirme ayuda, siempre que le explicaba sus ojos ponían más atención a mis labios que a mis palabras, Sunmi solo se ría de mí, y la muy estúpida susurró "no que no". Tragame tierra.

Saliendo de clases corrí hacia Sunmi, sujetandola del brazo, como si se tratara de un niño pequeño buscando que su madre lo cuidará y lo escondiera de los niños malos; fuimos a la cafetería a que Sunmi se comprará su merienda, yo estaba detrás suyo hasta que sentí unos dedos tocando mi hombro.

Hola, ¿cómo estás?-. Era Taehyung, se notaba un poco tímido.

Muy bien, con un poco de hambre pero muy bien, ¿y tú? -. Le di una gran sonrisa.