❝Second❞

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—¿Bromea? —pregunta JungKook divertido tomando un sorbo de su copa de vino sin dejar de mirar al hombre frente suyo.

TaeHyung negó y rió bajo sintiéndose levemente intimidado por la mirada de JungKook. El menor posó la copa sobre la mesa y se inclinó levemente, acercándose hacia el rostro de TaeHyung y entrecerrando sus ojos, juzgándolo con diversión.

—Es usted un hombre muy apuesto, no le creo que no tenga a alguien. —TaeHyung rascó su nuca.

—Te he dicho que no me hables de usted, no me gustan las formalidades.

—Pero a mí sí me gusta. Me gusta tratar a los hombres con respeto, así ellos pueden tratarme por igual. —dijo pasando su mano sobre la mesa hasta tomar la del otro, acariciando con su pulgar la palma de su mano.

TaeHyung miró sus manos entrelazadas con las de JungKook. Lucían tersas a contrario de la suya, su mano era áspera y grande, la de JungKook era de tamaño neutral, y suave, sonrió al recordar cada uno de los lunares que adornaban bellamente su cuerpo, en su espalda, en sus muslos y en su cuello—. Ven aquí. —le dijo señalando sus muslos. El menor sonrió complacido y se levantó para tomar asiento sobre TaeHyung.

Lo necesitaba, estaba esperando como un loco desde que había llegado que lo sentara en su regazo, que lo besara o que posara sus grandes y cálidas manos sobre sus muslos.

Pero no lo había hecho en toda la noche y JungKook lo odiaba. Parecía un loco necesitado, siempre que TaeHyung llegaba iba directamente con él, como si JungKook fuera suyo y él lo supiera, corriendo a sus brazos y dejando a su cliente o convenciéndolo de acabar antes su servicio.

No entendía qué clase de relación especial tenía con ese cliente, TaeHyung era diferente a los otros hombres, era respetuoso, cariñoso y divertido, le hacía reír siempre que estaban juntos, por torpezas, bromas o simplemente una anécdota que le había ocurrido en ese mismo día. Normalmente JungKook se hacía el interesado cuando hombres solitarios llegaba a contarle su aburrida vida, pero TaeHyung nunca lo aburría, y si parecía hacerlo, le pedía perdón y amablemente le invitaba a tomar la palabra.

JungKook suspiró aliviado cuando el de piel acanelada abrazó su cintura y depositó un suave beso sobre su mejilla. Mierda, ni siquiera había sido alguna insinuación y JungKook ya estaba derretido entre sus brazos.

—¿Iremos a arriba? —preguntó JungKook pasando sus manos por el pecho de TaeHyung y acomodando el cuello de su camisa negra.

—Lo siento, pequeño, pero hoy no puedo. —JungKook mordió su labio inferior y asintió ocultando su devastadora decepción.

Ridículo. Eres un ridículo, JungKook. Se dijo a sí mismo enojado y reteniendo las inmensas ganas de besar a su cliente.

No debería de pasar eso, JungKook debería sentir asco y no debería ser tan insistente con TaeHyung, debería sentirse aliviado que esa noche no iba a tener que acostarse con otro hombre más, pero era como si su cuerpo se negara y dijera "No, TaeHyung tiene que hacerse cargo".

—Tengo un compromiso y no puedo faltar, de verdad.

—No se preocupe, señor. —dijo el menor sintiendo como TaeHyung acariciaba sus mejillas y su barbilla con una sonrisa.

—No te enojes. —JungKook frunció su ceño—. Sé que querías que me quedara.

—No estoy enojado, para nada, señor, se está confundiendo. Este es mi trabajo. —JungKook se cruzó de brazos.

—Hey, JungKook...

—No hable, quedan sólo cinco minutos y usted debería aprovecharlos si realmente no quiere que esta compañía haya sido en vano.

BONSOIR MONSIEUR | KTH+JJK【Adaptación】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora