Es Mí Mayordomo {Bunny}

Leopold Butters Stoch

Desde que tenía memoria Kenny había estado en su vida. Recordaba que desde niño el mayor le cuidaba después de la escuela, cuando sus padres se marchaban a alguna de sus fiestas de gente rica o simplemente salían solos por cuestiones de trabajo. La mayor parte de su infancia la pasó con Kenneth, al principio era más por obligación que por quererlo en serio.

El tiempo pasó y McCormick se había vuelto parte indispensable de su vida sin querer, tan acostumbrado estaba a su presencia que le era totalmente imposible no estar si quiera un día a su lado, preguntaba siempre por él, los días que no podía cuidarlo o no le tomaba tanta atención por sus estudios se le hacían eternos y exasperantes.

Cada día a su lado le había hecho tomarle un enorme y especial cariño al chico. Las cosas parecían marchar bien hasta el día de la discusión, en donde los nervios habían podido con el menor, provocando que no lograra conciliar el sueño. La posibilidad de que Kenny escogiera a su familia era grande y Butters era un niño demasiado egoísta y mimado -culpa del mismo Mccormick- como para permitirlo. Había escapado de su habitación hasta llegar a la enorme sala de su casa. Escuchó la voz del rubio llamarle y lo supo, Kenneth lo había elegido ante todo. Lo llevó a su habitación, lo arropó y hablaron un rato. Butters escuchaba atento todo lo que Mccormick le decía, y comentaba algunas cosas al respecto, expresandole el temor que sentía. Kenny suspiró y dijo aquellas palabras que quedaron incrustadas en la memoria de Stotch.

Desde ese día Kenny había comenzado a vivir en su casa, preocupándose de que todo marchara como a los Stotchs les gustaba, volviéndose una especie de mayordomo.

Ahora seis años después de aquello Kenneth había cumplido su promesa, continuó trabajando en su casa, esta vez como la mano derecha de su padre una vez concluyó sus estudios.

Esa mañana despertó más temprano de lo usual, decidió tomar una ducha y volver a su habitación. En unos minutos Kenny vendría a despertarlo por lo que se vistió rápidamente y preparó su mochila para el instituto. Bostezó mientras observaba por la ventana, parecía que lloveria esa tarde o al menos eso demostraban las nubes negras que cubrían el cielo.

By: @sweetLimonSal