III

91 19 57
                                    

LEE - VOTA - COMENTA (aunque sea un emoji random)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

LEE - VOTA - COMENTA
(aunque sea un emoji random)

¡No seas un lector fantasma! Si te gusta algo, hazlo saber. Si no te gusta, también.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

MEMPHIS HABÍA EXISTIDO desde siempre, incluso antes que el propio Sol

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


MEMPHIS HABÍA EXISTIDO desde siempre, incluso antes que el propio Sol. Antes que los mismísimos Ancestros y toda nuestra historia.

Memphis era Oscuridad. Y de eso nunca ha faltado. Formaba parte de la nada.

Estuvo presente cuando el Caos creó el Cosmos y, entonces, se extendió hasta rozar cualquier lugar con la punta de los dedos. Cruzaba de un punto a otro de un parpadeo, se retorcía y transformaba a su antojo, arrojando oscuridad allá donde iba.

Memphis también era envidiosa. Estaba celosa de que Caos hubiera sido capaz de concebir algo tan único y vasto como el cosmos. Ella también quería ser dueña de algo absolutamente suyo, así que se juntó con la Noche y juntas engendraron a Éter. La luz. Su luz.

Éter existía por encima del aire, pero por debajo del Cielo. Brillaba por sí solo, y todos los dioses habitaban en su región.

Durante siglos, antes de que los primeros humanos habitaran la Tierra, hubo paz entre los seres superiores.  

Sin embargo, Memphis nunca ha sabido conformarse. Los otros dioses la ignoraban, le hacían sombra a la propia Oscuridad, y eso trajo consecuencias.

KatharsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora