Spectra (Libro 1)

1. Confesiones

Erase una vez, en un espacio sumamente vacío e infinito, donde no había nada, en un lugar alejado de la mano de Dios... En un espacio completamente rojo carmesí lleno de energía maligna llamada "Gear del vacío" allí, en ese espacio, algo se quebró... Un tiempo después, cuando aquel Gear del vacío fue expulsado del espacio volviendo todo a la normalidad, dejó consigo que aquella grieta en medio del universo solo se hiciera mas grande, y mas grande, al punto de que algo escurría de allí. No era algo a la vista descriptible, parecía oscuridad, una oscuridad viviente... Una gota, una simple gota cayó desde aquella oscuridad, y quedó flotando sin rumbo por el espacio. Flotó y flotó hasta llegar a un planeta semidevastado que al parecer había sufrido penurias inmensas, hasta que aquella gota de oscuridad dio con un humano...

20 Años después.

En una galaxia donde la gente vive en planetas regidos por un solo gobernante y los viajes interplanetarios en naves increíbles era lo mas normal del mundo, había un planeta llamado Nova, un planeta rico en paisajes, razas y fauna exótica junto con una gran cultura que se había transmitido con el paso de los años en la creencia de "la unión hace la fuerza", juntamente con avances tecnológicos y sus sociedades diversas, había una región, la región de Afalia, en la ciudad Neo, saliendo de la escuela secundaria en medio de una gran ciudad llena de gente que prosperaba, pero que a la vez vivían con miedo al peligro que los amenazaba al punto en que la ciudad estuviera amurallada... Allí vivía una Novarita bastante especial.

-Y bueno... ¿que puedo decir? Esta es mi vida en un planeta con la creencia arraigada de "la unión hace la fuerza" pero le tiene miedo a unirse para librarnos de la amenaza que nos asedia... Pero vamos por partes, Mi nombre es Aurora Yvelfink, tengo 17 años, 17 jodidos años viviendo en lo que hace años me acababa de dar cuenta... Era una maldita pesadilla-

-En primer lugar, estamos en guerra, si, tal como lo oyen... Otra vez en guerra, hace ya 20 años que hubo una... ¿y ahora otra vez? Les explico: de la noche a la mañana unas criaturas sombrías han atacado pueblos, han diezmado 3 ciudades enteras, y todavía no se sabe de donde vienen, pero aparecen a cada rato en las noticias... Yo nunca he visto una, pero ya las odio...-

-En Segundo lugar, la rutina: es levantarse, ir a la escuela unas 6 horas, volver a casa y de allí no salir jamás, ya que los jodidos muros no son garantía de que no puedan entrar, según el noticiero...-

-En Tercer lugar: no podrás andar unos 5 pasos sin que alguien te recuerde lo "peligroso y mortalmente suicida" que es violar el toque de queda ¡no puedes, y es increíblemente molesto! Te lo dirá el periódico, las noticias y televisión en general, internet, desconocidos, profesores, padres... Por sobre todo esos últimos, ay santísimo Gear...

-Mis padres, los quiero y todo, pero... ¡no dejan de dar lata con eso! Lo escucho a tooodas horas, y mis padres, que vivieron la guerra hace 20 años y siguen como herida que no ha hecho el intento de sanar... ¡parecen paranoicos!-

-Todo el día están "¡esto es peligroso!" o "¡nooo, no juegues con cuchillos, es peligroso!" peligroso esto, peligroso aquello... Ni me puedo preparar un puñetero Sándwich sin que me digan que es peligroso, eso no es preocupación, eso es tocar fondo, pero hoy... Eso va a cambiar-

Nos narraba Aurora a modo de preámbulo, ella era una chica de pelo blanco largo peinado con cola de caballo y ojos verdes, usaba bufanda ya que en las noches, que son a las horas que sale de la escuela, suelen ser frías, llevaba una camiseta gruesa también para el frío larga que usaba por dentro, una falda que usaba con pantimedias y unos zapatos negros y verdes que parecían para correr, había acabado de salir y eran las 7:00 pm, hora de volver a casa.

–¡oye Jeny...! ¡te estoy esperando!–
gritó Aurora impaciente llamando a otra chica, la cual estaba hablando con otros chicos, cuando escuchó su voz no evitó voltear y atender.