Me observan,
Lo sé,
Lo puedo sentir,
Como clavan sus ojos en mí.
Cada noche,
Cada vez que duermo.
No me puedo mover,
No me puedo defender.
Solo siento su mirada,
Y su respiración.
Cada vez se acerca,
Cada segundo.
Primero en el pasillo,
Después en el marco de la puerta,
Delante de la mesa,
A los pies de la cama,
Se sube encima del colchón,
Encima de mis piernas,
Puedo sentir la presión,
Y el cerebro que me dice "¡Despierta!",
No es una pesadilla,
Es demasiado real,
Empiezo a mover los dedos de las manos,
Pero todo es en vano.
Sigo sin despertar,
Y sé que me está observando,
Está encima mía,
Cara a cara,
Me mira a los ojos,
Y yo aterrorizada,
Parecía tan real,
Parecía tan macabra,
Aquella sombra larga,
Que cada noche me acompaña.
