Uno°

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Odio Historia.

No lo digo por el simple hecho de estar corriendo como una loca por los pasillos para no llegar tarde -como siempre- Odio los lunes.

Cuando estaba en frente a la puerta del salón, di tres golpes firmes con todo mi orgullo de decirle la verdad a mí maestro.

La puerta se abrió y sus enigmáticos ojos verdes se encontraron con los míos.

—Señorita Thompson —dijo casi en burla —¿De nuevo tarde?, ¿Cuántas veces tendré que repetirle que esto no es de buena educación?, Ahora dígame con qué se excusara está vez.

—Me quedé dormida leyendo un libro de: "¿Cómo llegar a Narnia en cinco pasos?"— dije en burla tornando los ojos.

—¿Siempre me va a contestar así? —Me preguntó en un susurro.

—Siempre lo he hecho, y no me arrepiento — dije con un mismo susurro.

—Entra y ya

—Gracias maestro —Me senté en la última fila y di un gran suspiro muy notable.

El maestro de ojos color verde es bastante joven como para dar clase, tiene 22 años y su nombre es Mike Lombard. Su tes blanca y su cabello castaño oscuro.
Oh, por cierto. Es muy atractivo y todas las chicas babean por él. Solo que el es un maldito mujeriego, el cual jamás me he llevado de lo mejor con él.

—¡Señorita Thompson! —Me gritó Mike desde su pupitre— ¡Deje de estar en las nubes!, si no le interesa mi clase se puede retirar.

Perfecto. Otra vez con lo mismo.

—Bien, la verdad no me interesa su clase, así que me retiro —Levante mis cosas y le pase por un lado desafiandolo con la mirada.

—Al finalizar las clases te veré en la biblioteca —Dijo en un susurro para luego dejar de prestarme atención.

Genial, ahora me toca hablar con el loco.

Salí de allí y le fui a los baños de la primera planta. Ví a Zoe pasarme cerca así que la saludé.

—¡Hola! ¡Zoe! —Ella me miró y me regaló una tierna sonrisa.

—Hey, ¿Que tal bonita? —dijo mientras me abrazaba.

—Pff, historia

—¿Mike?

Asentí levemente con la mirada al suelo.

—¿Que paso ahora? —Me rodeó con su brazo mi cuello. Yo era muy baja a comparación de Zoe.

—Simplemente me volvió a sacar por no prestar atención y esas cosas —Dije con simpleza.

—¿Y Alex? —preguntó sin mirarme.

Alex era nuestro mejor amigo desde quinto de primaria; y era un completo patán, no solo por estar en el equipo de fútbol, si no por los comentarios o burlas de el hacia mí. Aunque con el tiempo de acostumbras.

—Alex, hoy no lo he visto ¿Porqué?

—No, por nada. No he sabido de él últimamente —Dijo para luego cruzarse de brazos.

Zoe era una chica muy atractiva, su cabello rubio bastante largo y sus ojos verdes, siempre usaba una diadema en el cabello que le quitaba el copete de su rostro. Ella era muy bonita a comparación conmigo.

—De pronto está ocupa..-

—¡Hola chicas! —Gritarón muy fuerte a nuestras espaldas. Nos giramos y ahí estaba Alex, con su cabello negro totalmente desordenado y sus ojos grises, y detrás de él una multitud de personas de su equipo —¿Que hacen?

—Pues vivir y invocarte —Respondió Zoe.

—Pues aquí me tienes preciosas —nos guiñó el ojo.

—Pff, ¿No tienes una práctica que hacer? —Pregunté.

—¿No tienes una clase que atender? —Preguntó dándome palmaditas en mi cabeza —Hmm adivino.., ¿Historia?

Asentí apenada y el se hecho a reír.

—Hay Dios, ¿Enserio? ¿No puedes dejar de tratar mal a Mike? El es cool —Dijo entre risas.

—No es mi culpa que sea un inútil mujeriego —Respondí cruzandome de brazos.

—Lo que tú digas, Linda —Miro su teléfono y negó levemente —Bueno chicas, me despido.... No lloren por mí, ¿Zoe, me acompañas?

—Vale, ¡Te veo luego! —Dijo Zoe al lado de Alex mientras se alejaban.

Y ahora sí, estaba sola.

Empezé a caminar por toda la preparatoria para simplemente encontrarme con el silencio de parte de todas las aulas.

Camine por las gradas y había una chica de casi mi edad, tenía la piel blanca y poseía el cabello negro con varios tintes azules. Se fijó por mi presencia y abrió levemente sus ojos negros.

—Oh, una chica —Dijo para luego volver a cerrar sus ojos.

—Hmm hola(?

—Soy yo, o ¿Tú eres la que tiene ese olor tan repugnante? —Exclamó con disgusto.

—¡Hey, más respeto!, Es mi perfume de fresas del campo.

—Uy perdón, "Rosita Fresita" —Se burló y me sonrió.

Bufé rodando mis ojos.

—¿Cuál es tu nombre? —Le pregunté —Apuesto que tú nombre debe ser tan antipático como tú personalidad, ¿Familiar de Raymond?

—Ja, Raymond es un idiota, así que no, no acertaste —La mire con curiosidad —Jaja, mi nombre no es el mejor de todos.

—No importa, ¿Cuál es? —Volví a preguntar.

—Soy Abby Lombard... ¿Tú?

Una Lombard,.. Familiar de Mike... hay no.

Sentí como mi mandíbula se desplomó al suelo.

Polos OpuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora