#Capítulo 2

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Las largas e interminables horas de clase había terminado -o bueno esa era las quejas de parte Namjoon- haciendo que YoonGi guardará con tranquilidad sus cosas.

Aunque quizá en su interior a YoonGi, la emoción lo estuviera carcomiendo, y llegar con velocidad hacia a su departamento para empezar a fabricar su muñeco. Era la primera vez que haría algo así, porque el no tenía la necesidad de tener a alguien  quien lo acompañe. Es por eso que se le ocurrió la gran idea de fabricarse o elaborar algo, el cual, cuya finalidad sea que no esté en tremenda soledad.

Pues, YoonGi no a experimentado la sensación de tener una pareja, ya que no a tenido ninguna. El solo no se sentía listo, y que aún le faltaba madurar un poco.  Pero su caso es muy raro, o eso le decía Namjoon, pues el se había pasado dos semanas sin dormir, pensando en como solucionar la soledad que sentía en su interior. Llegando a la conclusión de diseñar algo que lo acompañara el resto de su vida, a pesar de lo malhumorado y gruñón puede ser.

Un muñeco. Si esa era la solución.

Al menos no le causaría tanto problema. Supuso él.

Camino junto a Namjoon hasta la salida, mientras esté le hablaba de lo dificil que fue conseguir el permiso de sus padres para teñirse el cabello de rubio -el cual ya lo tenía teñido del color antes mencionado- y como iba a seguir con el plan de invitar a SeokJin a una cita. A lo cual YoonGi no presto mucho atención, estaba tan sumergido en sus pensamientos al imaginar el hecho de crear algo nuevo en su vida, aunque para los ojos de otras personas fuera algo insignificante y raro a la vez. Aunque él no le importaba.

Detuvieron sus pasos al escuchar una voz femenina que los llamaba de lejos, haciendo que cada uno voltease a ver, mientras aquella chica se acercaba hacia ellos con la respiración agitada.

Colocó ambas manos en su rodilla en modo de apoyarlas en ellas, mientras soltaba algunos suspiros de cansancios, se acomodó el mechón de cabello que caía en su blanquecino rostro, soltando un último suspiro. Habló.

—Chicos que bueno que los encuentro.

Namjoon ladeó su cabeza de confusión al no saber a lo que se refería. Y YoonGi por su parte la miraba con una expresión de ya saber a lo que se refería.

—¿Que sucede Jisoo noona? -el primero en hablar fue el rubio, quien se encontraba parado junto a YoonGi sosteniendo de las asas sus mochila-

—No me digas que lo has olvidado Nam -Jisoo hizo una mueca graciosa antes de seguir hablando - ¿Recuerdas que dije que te iba a ayudar con de la cita que tienes planeado en decirle a mi hermano?

Si, Jisoo y Seokjin eran hermanos, y que algo más fácil que recibir la ayuda de su propia hermana, la cual quería que ellos dos terminarán juntos.
—Oh sí lo recuerdo, disculpa por ser tan despistado.

—No te preocupes Nam -sonrió-

—Esta Bien, y... ¿Cúal es tu plan? -preguntó Namjoon-

—Escuchen... saben que deben de ser muy precavidos para que Jin no se de cuenta que ustedes planean algo -Terminó de hablar  acomodando el mechón de cabello gris que se posaba en su rostro-

—YoonGi tiene razón Nam, así que mientras planeamos esto, debemos actuar de forma natural frente a mi hermano -explicó Jisoo-

—Bien, entonces ¿Cuándo empezamos?

—Pues, Hoy y... -fue interrumpida por el grito de Namjoon-

—¡¿Hoy?!

—Si y no exageres  Namjoon -musitó YoonGi- mientras tu vas con ella, yo iré a mi departamento porque tengo cosas que hacer.

Mi Pequeño Muñeco - © Y.M. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora