Un grito grave fue el que me despertó, lentamente al abrir mis ojos vi como un hombre estaba sentado al lado mío, mirando con curiosidad mi despertar. ¿Acaso mi cara representaba asombro por lo ocurrido?
- Amigo tenga cuidado donde se duerme, mire que nadie sabe dónde este tren se detiene, dijo él.
No pude decir nada, solo lo mire con un gesto de aprobación. Estaba confundido como de mi lecho llegue a un tren sin saber el cómo, cuándo lo hice. ¿Estaré perdiendo la cordura o este será un simple sueño del cual no puedo despertar? De repente aparece el guardia que tiene que chequear los tickets solicitándolos. Obviamente no sabía dónde estaba el mío, no podía recordar nada. Desesperado busque por los bolsillos de mi ropa, pero nada y mi turno se acercaba. Ahí estaba él con la mano estirada, esperando mi ticket, lo mire con cara preocupación, pero él me apunto mi chaqueta. Toque donde el indico y ¡magia! , ahí estaba un pequeño papel con dibujos. Lo leí pero no tenía destino, ni fecha.
-Disculpe señor, ¿Hacia dónde se dirige este tren? –dije
- Hacia donde su corazón anhela –me respondió y se fue.
No pude comprender, ¿Cómo esto podía ser posible? Definitivamente estaba perdiendo la mente.
Cada pasajero que viajaba junto a mí se bajaba en distintos lugares. Primero los llamaban por su apellido, luego detenían el tren y se iban. Pasaban las horas, los minutos y segundos, y era de los últimos en quedar, hasta que escuche Sr. Gotober, ha arribado su destino. Me pare de mi asiento y fui a la puerta, estaba bajando los peldaños cuando una muchacha grito ¡No Sr. Gotober!, esa no es su puerta, es la de la derecha, ahí van las almas desdichadas. No preste mucha atención a las últimas palabras que dijo, ya que su agudo chillido puso a latir mi corazón frenéticamente. Me baje del tren y vi a que lo lejos habia una sala un tanto extraña, con paredes blancas y oscura. Mientras más me acercaba, más detalles distinguia. ¿Era esa mi mujer? ¿Qué hace tomandole la mano a ese extraño? me pregunte, mientras la ira y los celos invadian mi ser. Logre entrar a la habitacion y con voz poderosa salude a mi mujer, pero ella no me tomo encuenta, la abrace, la toque y ella nada. ¿De que se trataba esto, me estaba ignorando? La observe detenidamente y vi que su cara representaba sabiduria y tiempo. Tome valor y coraje para acercarme a la camilla a ver quien era el hombre que mi esposa le sostenia la mano. Mientras más corta era la distancia, en mi pulgar sentia una pequeña calidez.Me pare al frente de la cama y vi a un hombre viejo, de aspecto cansado, con los ojos cerrados, conectado a miles de cosas, monitoreado por una maquinita que sonaba bip bip. Anonadado y confundido, pude comprender que ese humano acostado era yo. Entendi y cai en cuenta lo que la muchacha habia dicho, yo ya no era un un cuerpo con alma, si no la ultima libre.
Hice todo lo posible para despertarme, pero nada, hasta que de repente veo que toda la habitacion se torna oscura. Lentamente recobra color, pero ya no es la habitacion.
