30 Days Of Smutt Challenge (Adaptación/YoonMin)

Dia 3: Primera vez

>> Cross Gene - Touch it

A los ojos de la sociedad Park Jimin era considerado raro, extraño, con serios problemas mentales. A los ojos de su novio y pareja por más de un año, Park Jimin era considerado el ser más hermoso y único que el mundo haya tenido.

Aún recordaba cómo es que se conocieron. El simple recuerdo le hizo sacar una cinta risa llevando a su mente a aquel día lluvioso de otoño en donde mientras todo el mundo buscaba con desespero un lugar donde refugiarse de la fuerte lluvia, un chico de cabellos plateados y ojos soñadores saltaba de un lado a otro pisando con fuerza los charcos que se formaban en la tierra, salpicando así todo a su alrededor, todo incluido él.

No pudo molestarse. Vamos, el chico después de haberse dado cuenta de su acción abrió de golpe sus dos ojos mientras que su boca se abría y cerraba como un pez fuera del agua buscando las palabras adecuadas para disculparse con él por hablar manchado sus pantalones y botas.

Fue cuestión de tiempo para que ambos se volvieran buenos amigos y un poco más para que terminaran siendo oficialmente una pareja. Aún a muchas personas les seguía sorprendiendo ese hecho, que el capitán de fútbol americano de la universidad saliera con el raro y ermitaño de Jimin, pero ahora ya no le importa, era completamente feliz teniendo aquel chico de ojos soñadores y sonrisa que hacía desaparecer a los mismos a su lado.

— ¿Yoongi? — aquella delgada pero a la vez dulce voz lo atrajo de nuevo a la tierra, enfocando así sus ojos a la hermosa cara del platinado que lo veía curioso mientras intentaba leer su rostro con sus ojos.

— Mmm — murmuró con una sonrisa acomodando mejor su espalda en el respaldo de su amplia y cómoda cama, atrayendo así el cuerpo que se encontraba sentado encima suyo más hacia el.

— ¿En qué pensabas? — interrogó curioso, moviendo levemente sus piernas y volviendo a sentarse en el regazo del mayor.

— En nada — contesto apartando uno de los rebeldes mechones de color plata que cubrían la vista de su pareja.

— ¿Nada? — volvió a cuestionar no creyendo en sus palabras.

— Pensaba en el día que te conocí — respondió haciendo que el más bajo de estatura se sonrojara por unos segundos apartando su vista de los ojos contrarios, totalmente cohibido por la situación.

Eso causó una enorme ternura en su pecho subiendo sus brazos hasta la espalda del menor de edad y acercándolo hasta que sus pechos quedaron pegados el uno contra el otro.

Jimin podía ser el ser más inocente y puro que jamás había conocido. Pese a que no había una gran diferencia de edad entre ellos la manera de pensar de cada uno hacia parecer que si la había. El nivel de inocencia de Jimin no se podía comprar con el de nadie que tuviera su edad, era simplemente hermoso.