I FOLLOW YOU

【 CAPÍTULO 1 】

¿Jamás has tenido esa sensación de escapar? ¿Dejar todo atrás y simplemente irte a otro lugar en donde no conozcan tu nombre ni tu historia? Pues eso era en lo que no dejaba de pensar.

     Aún busco tus labios, y me pregunto por que no están sobre los míos. Y es peor, por que extraño tu voz quebrada diciendo mi nombre. Extraño el movimiento y arqueo de tu espalda al llegar y como lograbas llevarme al clímax sin siquiera haberme tocado.

     El sexo era genial, para qué negarlo. Pero aún mejor era verte despeinada y riendo muy fuerte como cuando decía algún chiste tonto. 

     Y heme aquí, hablando como una adulta, pero todavía una inexperta en todo. Solo que siendo una puta genio cuando se tratase de ti.

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3 AÑOS ATRÁS

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Me encontraba nerviosa y emocionada al mismo tiempo, ya que dentro de unas horas sería mi primer día en la preparatoria y yo aún no había podido pegar el ojo.  No lograba dormir, así que tomé el móvil una vez más y me perdí en él un rato. Hablaba con mis amigas del curso anterior, no pude continuar con ellas en esa escuela por cuestiones de trabajo de mi abuela. 

    Continué hablando con ellas hasta que se durmieron, pero como era de esperarse no tenía absolutamente nada de sueño. Así que decidí provocarlo. 

   En algún momento llegué a leer que la masturbación podía relajarte a tal grado de hacerte sentir cansada y con algo de sueño, y con los nervios que me cargaba decidí optar por ella.  Por lo mismo, entré a una web porno y seleccioné el primer video que apareció.

     Me acomodé con el móvil debajo de las sábanas, y comencé a verlo. ¡JÁ! Esto en lugar de ponerme caliente me puso reflexiva, ¿Esa posición será cómoda? Joder, ¡Estás ahogando a esa chica! Al poco tiempo del vídeo me di cuenta de que ella no la estaba pasando nada mal, pero mi respiración aceleró cuando vi a otra chica entrar en escena. ¿Esto es lo que me excita? 

     Fui curiosa a la sección "lésbico" y ahí me di cuenta de que efectivamente, ver como una chica besaba a otra me ponía cachonda. Ver los hilos de saliva al término de cada beso que tenían, mejor aún, ver cómo una le daba sexo oral a la otra hasta que se corría. Eso fue la gota que derramó el vaso. Hice lo que tenía que hacer y dormí plácidamente. 

     Sonó la alarma, y creo que como todo adolescente lo único que quería en ese preciso instante era seguir durmiendo. 

     Decidí no perder el tiempo, apagué la alarma, salí de mi cuarto para dirigirme al baño. Quedé viendo mi cara unos minutos en el espejo, lavé mis dientes, exfolié mi cara, me arreglé el pelo y salí del baño. Mi abuela había planchado el uniforme para mí, le di las gracias y procedí a cambiarme.

Bajé los escalones, y al entrar a la cocina me encontré a mamá. 

- ¿Lista Michelle? - Me dijo mientras salía de la cocina.

- Creo que sí. - Respondí mientras agarraba mi mochila y me dirigía al automóvil. 

Durante todo el camino me la pasé con los audífonos con el volumen a tope. El transcurso fue normal, no era del todo nuevo, ya que en algunas ocasiones pasé por este colegio solo que ahora tenía que acostumbrarme a ver el mismo camino todos los días.

Bajé del carro, mi mamá se despidió de mí con un beso y entré al colegio.

Vale, primer año de preparatoria..¡Ahí vamos!